Capítulo VI

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Capítulo VI: La Fuerza del Acero

("Galaxian Wars", OST 1 de "Saint Seiya")

Todo parecía haber pasado en tan solo un segundo: Nadie podía describir el momento en el que las "Mareas del Cataclismo" azotaron a Royal Woods y varias partes del Mundo, desatando terremotos, tsunamis, inundaciones, erupciones volcánicas y demás eventos naturales. Pero aquella Ciudad del Estado de Michigan se llevó la peor parte cuando Lincoln y sus amigos se hallaban en las calles, listos para pasar un momento de tranquilidad hasta que sucedió. Recuperados del sismo, observando la devastación pero no hubo ni tiempo para nada: Allí estaban los dos "Enviados del Olimpo". Geo, hijo de Zeus y Hera, acompañado por Junk Hurk, el "Guardaespaldas" asignado por los padres del chico albino.

Los primeros segundos fueron el detonante cuando el joven desenfundó su Espada y comenzó con su misión: Asesinar al Emperador del Inframundo. Bobby y Ronnie Anne fueron detenidos por el "Guardaespaldas" de Geo, quien ofreció una tenaz resistencia, a pesar de los golpes y ataque recibió de los dos hermanos de la Familia Casagrande. El combate que ambos tuvieron contra Junk duró bastante hasta la llegada de Dimitri, mientras que Clyde llevaba su mensaje de advertencia a las hermanas, siendo Lynn junto a Leni y Alexander los que partieron para ayudar al albino del peligro que representaba Geo.

Aún quedaba mucho para Lincoln sobre quién era esa persona, ya que le costaba creer que éste fuera el hijo de Zeus y Hera. Tal vez se trataba de algún último remanente de las UnLoud o del otro Universo con el que habían combatido, sin embargo, la temible aura de Cosmos que desplegaba Geo era sumamente aterradora. Y en medio del fragor del combate, con el choque de las Espadas, una contra la otra, saltando chispas y el feroz chirrido que el acero emitía por su contacto con la otra, provocaba que al más sensible de esos sonidos pudiera darse la vuelta o caer al suelo, rendido. Sin embargo, para el Emperador del Inframundo, el cual estaba acostumbrado a las batallas, no iba a ceder ni un ápice del terreno.

Esquivó otro tajo que Geo le lanzó, quedando la Espada de éste atorada en un farol inclinado por el terremoto, cosa que le dio unos segundos muy valiosos para recuperar la posición y atacarlo. Pero el otro no era ningún idiota ni un débil, todo lo contrario, estaba dejando su guardia baja para que el contrincante cayera en su trampa. Desde el suelo, unos misteriosos rayos emergieron y fueron subiendo por su cuerpo, poco a poco hasta alcanzar las manos del albino enemigo, quien fue desplegando una Esfera blanca y que chispeaba a más no poder.

- No sé si será verdad de lo que me has dicho, de que eres el hijo de Zeus y Hera, pero no voy a creer en esa farsa.- Dijo Lincoln con seriedad.- ¡Y si lo fueras, responde a mi pregunta: ¿Qué está buscan? ¿Por qué han causado todo esto?!.- Exigió saber, apuntando hacia las destruidas calles de Royal Woods.

- Jejejejeje.- La risa de Geo era sumamente gélida y se dibujaba una sonrisa de pura maldad en su rostro.- Eres un idiota, Hades. Tal vez la respuesta la tengas tú mismo, ¿no lo crees, asesino?.- Preguntó y tras girarse, teniendo a Lincoln a unos escasos metros, lanzó un poderoso rayo que le dio contra el pecho de su Armadura Divina, siendo lanzado hacia atrás e impactando contra un negocio que estaba con las persianas bajas, quedando éstas abolladas por el impacto.

Se recuperó y vio que otro rayo iba en su dirección, por lo que tomó su Espada, rodó por el suelo y se salvó de una explosión en aquel inmueble.

- ¿Asesino?. No sé de qué me estás hablando. Si esto es una broma, más te vale que te retires de aquí o te enviaré a lo más profundo del Infierno.- Le advirtió el albino, apuntándole con su arma.

Saint Simpson-Louds: Saga de ZeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora