Era raro caminar con una persona siguiéndome a mis espaldas de esta manera.
El se veía tenso y nervioso, pero yo no sabía que hacer para que se relajara un poco. Tampoco es como si hubiera tenido muchos amigos para saber qué hacer en estas situaciones.
Suspiré cansado, llegando a la siguiente habitación que el limpiará.
Era una bonita habitación pintada de blanco, muchas plantas de todos los colores la rodeaban. Todas y cada una de ellas se veían brillantes y bien alimentadas.
En el centro de aquella habitación estaba aquél gran piano de cola blanco que acostumbraba tocar todos los días.
- Taehyung - dije apartandome, dejándole paso a él para que pudiera ver bien la habitación.
- Aquí tendrás que regar las plantas, ocupandote de todas ellas estén bien regadas todos los días - me moví por la habitación, enseñándole cada una de las plantas mientras el asentía a todo.
- Sabes, puedes hablar o algo - dije ya un poco cansado de que no me contestara fonéticamente.
- Si señor - escuché por fin un susurro de su parte.
- Como ya te dije antes, este gran piano de cola al ser blanco, puede llegar a ser un poco difícil limpiarlo y que no tenga manchas así que los primeros días una criada te enseñará cómo hacerlo para que tú te quedes con la copla.
- Entendido señor.
- Bueno, ahora vamos a aquella habitación que te mencioné antes, como ya dije, no quiero que nadie sepa de ella así qué por favor, no hagas ruido cuando vayas ni llames la atención.
- Claro que no, señor, seré cuidadoso - asentí contento ante sus palabras y con mi mano le indiqué que me siguiera.
Caminamos durante unos minutos, teniendo que pasar por el jardín y al fin llegando delante de unos arbustos.
- Parece que no hay nada aquí pero si te fijas y apartas un poco los arbustos hay una puerta ¿la ves? - aparté los arbustos para que el consiguiera verla, recibiendo un asentimiento sorprendido de su parte.
- Pues entremos entonces.
Al entrar, vimos una gran mesa de mezclas junto con micrófonos y un ordenador bastante moderno de última generación.
A su lado una gran tele curvada de 60 pulgadas y un sofá gris justo en frente.
Además, una mini nevera se encontraba conectada al lado del sofá junto con una mesa y un estante donde se podían ver varios dulces.
- Este es mi rincón secreto y bueno, el de Seokjin Hyung. Todo esto está conectado a la electricidad de la casa del conserje del jardín, por lo que mis padres no sabrán que esto está aquí.
Decidí girarme a verlo, sus ojos estaban bastante abiertos, incluso de una forma que diría que es bastante cómica.
- Eh, tierra llamando a Kim - agité mi mano delante de su cara, consiguendo que después de un momento me mirara y saliera de su ensoñación.
- ¿Me escuchas?.
- Sí sí señor, siento haberme distraído un momento - reverenció varias veces hasta que le indiqué que parara.
- Entonces, a pesar de ser el rincón secreto de mi hermano y mío, no pasamos mucho tiempo aquí porque tenemos otros deberes, así que el polvo suele abundar. Me gustaría que limpiaras aquí al menos dos veces por semana, quitar el polvo, fregar el suelo y demás.
- Está bien, señor - hizo otra reverencia, quizás ya me estaba comenzando a cansar un poco de aquello.
- Pues ahora que ya está todo explicado, volveremos al castillo y comenzarás hoy con mi habitación, luego tendrás un descanso para comer donde deberás ir al comedor que está indicado en el folleto que te di y luego si has terminado con mi habitación, irías a la sala del piano junto con otra sirvienta para que te explique cómo limpiar el piano ¿todo claro?.
- Si sí! Todo claro.
- Pues vamos.
Ambos caminamos en silencio hasta dentro del castillo, subiendo las escaleras y parandonos en frente de un cuarto pequeño no muy lejos de mí habitación.
- Aquí tienes todos los productos que necesitarás para limpiar mi habitación y demás, por hoy solo quitarás el polvo y limpiaras el suelo, así que solo tienes que coger lo necesario para eso.
El asintió en seguida, cogiendo una escoba y el cepillo, junto con un paño y un producto de limpieza para muebles.
Volvimos a comenzar la caminata, llegando así pronto a mi habitación donde abriendo la puerta, lo dejé pasar.
Al entrar, ambos vimos a mi hermano sentado en la cama, mirando un punto fijo en el suelo y con las orejas coloradas.
- ¿Seokjin Hyung? - él levantó rápido la cabeza al escucharme, saludando en un movimiento rápido a Taehyung y arrastrándome hasta fuera de mi habitación, más en concreto, a la suya.
- Ey para el carro, ¿qué pasa?.
- Le dije a Namjoon de quedar esta noche para cenar - mi rostro se iluminó en sorpresa.
- Espera espera, ¿te refieres a Namjoon el guardia? ¿Ese Namjoon? - ante su asentimiento, lo miré aún más sorprendido, creo que me comienzan a doler los ojos de tenerlos tan abiertos.
- ¿¡Te gusta Namjoon?! - medio grité, medio susurré, pues tampoco quería llamar la atención de nadie fuera de la habitación.
Su asentimiento vino luego de mi pregunta, se notaba que mi hermano estaba tímido, aún un poco nervioso por hablar de aquél tema.
Suspirando pasé mi brazo por sus hombros, mostrándole apoyo.
- ¿Cómo es eso de que lo has invitado a cenar está noche?.
- Yo solo... Lo vi tan guapo que no pude evitar comenzar a preguntarle por sus horarios de trabajo, hasta que me dió por preguntarle si estaba libre por la noche para cenar conmigo - a medida que hyung hablaba, su voz se iba suavizando y sus orejas y mejillas iban adquiriendo un tono rojizo.
- Jum, con que una cita eh - le pegué dos codazos, obviamente nada fuerte, en forma de broma.
A lo que solo recibí un leve manotazo y un quejido nervioso.
- Yah! No digas cosas como esas - decía él, con sus mejillas aún más rojas.
- Vas a tener una citaaa, vas a tener una citaa - está bien, comienzo a sonar un poco infantil.
- Yoongi! Yo solo, ayúdame, no se qué ponerme ni qué hacer para cenar.
- No te preocupes Hyung, yo te ayudaré.
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