En La Hilandera

22. Poner puntos sobre las íes

   La madriguera siempre era un buen lugar para pasarla bien, en familia. Era un sitio donde se sentía tan bien y tan querido que no podía evitar ir durante las vacaciones, todo el tiempo que podía. Los Weasley siempre lo trataron como uno más de ellos. Hicieron que sintiera lo que es una verdadera familia. Era tan increíble el cariño que, sin dudas, es el primer lugar que eligiría para estar ahí.

   Y eso es lo que estaba haciendo.

   Sabía que entre más presente él este, aún más tenso estaría Severus. Por lo tanto, decidió irse las últimas dos semanas de vacaciones a la madriguera. Y previamente, estuvo con Sirius otras dos semanas más a pesar de la discusión que tuvieron. Hace bastante tiempo que no pisaba La Hilandera y eso estaba bien. Al menos no molestaba a Snape, no lo obligaba a resistir.

   Sin embargo, nunca dejó de pensar en los sentimientos que resguardaba en su corazón y que, tarde o temprano saldrían a la luz. Especialmente porque, no era el único que quería hablar sobre eso.

   Desde que llegó a la madriguera, Hermione lo persiguió durante varios días con preguntas contínuas sobre su estado de ánimo. La conocía muy bien, era casi como una hermana, así que Harry suponía de ante mano que es lo que ella necesitaba saber.

   Lo bueno es que no tardaron en hacerlo. De una vez, al terminar con las tareas que había impuesto la señora Weasley, se dirigieron a la habitación de Ron. Y mientras este buscaba algo para beber y comer, Hermione y Harry se quedaron solos. Ella estaba sentada en el suelo, recostando su espalda en la madera de la cama y Harry, estaba encima de ella, acostado en el suave colchón.

   En menos de un minuto, Hermione le habló con la misma pregunta de siempre.

—Harry, ¿estás bien?—Le cuestionó mientras ella se volteaba un poco para poder verlo mejor.

—Si, por suerte si.  No te preocupes Hermione, las cosas no me afectaron tanto como tú crees. Sin embargo, tengo que hablar contigo sobre algo relacionado a eso.

—¿En serio? Dime—Ella se paró para inmediatamente subirse a la cama y sentarse en el colchón, al lado de los pies de Harry. Lo siguiente que hizo fue observarlo con detenimiento y atención.

—Pues, verás... Ya sabemos que sucede con Snape, por supuesto. Ya comprendí todo lo que le sucede. Así, entendí por qué era de esa manera. Incluso hablé con Sirius y Remus para corroborar y bueno... Llegué a la conclusión de que, a pesar de que quiero una solución que nos beneficie a ambos, no lo puedo conseguir. Eso quiere decir que debo irme para no correr el riesgo o quedarme y que suceda lo que tenga que suceder.

—Entonces... ¿Piensas irte? Sería lo mejor. Vivir con Sirius no es riesgoso, él nunca te haría algo así. Además, tendrías mucha más libertad que con el profesor. Tampoco te trataría como lo hace. No estarías en peligro. Sería la mejor decisión que podrías tomar, Harry.

—Lo sé y tienes razón. Pero mi problema es que no quiero irme, Hermione. Yo... Quiero estar con Snape.

—¿Cómo?—Hermione preguntó sorprendida—¿Por qué quieres estar con él después de todo? No comprendo. En serio.

—Hermione, creo que Snape no es el único respecto a sus sentimientos...

   Harry Potter no pronunció ninguna palabra más. Aquello fue suficiente como para darle a entender a su amiga que era lo que realmente le pasaba. Y ella, al atar cabos y comprende que era lo que le decía, se quedó muda.

   Durante varios minutos permanecieron así, sin decir nada.

   Cuando Hermione se recuperó, a pesar de las náuseas que tenía por las imágenes que su cerebro había elaborado sobre Snape y Harry, habló.

—Estas loco, Harry. En serio. Debes estar mal o algo. Nadie en su sano juicio diría algo así. Es una broma, ¿No? Si, eso debe ser, me estás gastando una broma...

—No—Potter cortó en seco las frases que decía la omega—. Claro que no. Te estoy diciendo la verdad. Hace bastante me di cuenta de que él nunca ocupó el lugar de padre para mi... Constantemente lamentaba su falta de cariño y atención. De niño siempre lo busqué y aún lo sigo haciendo. Además, cuando creí que él estaba conociendo a alguien, pensé que moriría. Alguien más estaba obteniendo todo lo que yo quería de él. Y en algún momento el solo pensar que me gustaba, me generó asco. Pero no es lo que sentía. Solo intentaba no sentir algo por alguien que no me corresponde. Al final, terminé perdiendo... Desde el momento en que estuve celoso, lo entendí...

   Ambos volvieron a quedarse en silencio luego de ese monólogo. Hermione estaba descompuesta, no podía entender semejante aberración. No podía comprender como ambos lograron llegar a eso.
 
   No estaba bien. Se llevaban muchos años de edad. Él solo era un adolescente... Nada más. No estaba entendiendo nada. Ella sabía que los sentimientos no podían controlarse, pero esto... era demasiado.

   No supo que decir. Su mente era un embrollo. No podía convencer a Harry de lo contrario, a veces era muy terco. Y Ron ya se lo había dicho, ella no puede hacer nada. Era cosa de Snape, Harry y Sirius. No supo que pensar.

   El omega volvió a hablar.

—¿Quieres pociones para retener el celo?—Le ofreció mientras observaba un poster de Quiditch desinteresadamente—No quiero beber más. Tomaré la última y luego les diré adiós. Pensaba dejarlas. ¿Sabes? Quiero que me marquen... Tal vez no es el momento justo, pero si ese es el inconveniente de Severus, lo dejaré hacerlo. ¿No está mal, no?

—¡¡Por el amor de Dios, Harry!!—Gritó Hermione y se paró de su lugar. El chico quedó sorprendido por su acción. Al instante él también se levantó de la cama y se quedaron frente a frente— Piensa con tu cabeza y no seas idiota. ¿Cómo se te ocurre?, ¿Es que no comprendes lo horroroso que será?, ¡¡Ni siquiera están cerca en edad y experiencia!! Esto será un completo escándalo. Además, si Rita Skitter te descubre, el mundo lo sabría. Y por Dios, no... Tú en El profeta otra vez no. No puedes hacerlo. Reflexiona antes de hacer semejante idiotez.

—¡No me importa lo que el mundo piense y quiera! Ya lo tengo decidido. Haré lo que siento, lo haré aún en contra del mismo Severus. Es que no entiendes, a veces el amor es irracional...

—¡¡No digas tonterías, Harry!!, ¡Por Dios, amaba a tu madre! De ella está enamorada realmente, no de ti. Lo viste en sus recuerdos, él siempre te comparó con tu padre y tu madre. ¡Es más probable que quiera cumplir una fantasía contigo que cualquier otra cosa!

—¡Mentira! Él al final dejó de verme como el hijo de Lily. Con el tiempo, empezó a interesarse particularmente por mi persona. No puedes contradecirlo.

—¡Si que puedo! Si quieres volvemos al pensadero y debatimos, no tengo ningún problema. Pero no dejaré que hagas semejante estupidez...

   Ambos se habían acercado lo suficiente como para iniciar una especie de duelo. Sin embargo pararon al escuchar algo caerse.

   Ron había llegado de la nada con mucha comida en paquetes y jugo de calabaza para beber. El impacto de la escena fue tanto que casi se le cae todo.

—¿Por qué pelean? No peleen por ese tema... Traje comida. Coman—emitió, ignorando cualquier palabra proveniente de ambos omegas. No quería pelear. Había escuchado todo desde afuera y le parecía una locura, pero ya no iba a meterse.

   Fue hasta ellos y se sentó en el suelo con las cosas. Luego, abrió un paquete con papitas y empezó a comer.

   Hermione y Harry sabían que Ron no iba a separarlos, así que ahí terminó la discusión y se sentaron con el alfa a comer, tratando de mantenerse calmos y cada tanto, lanzándose miradas de reproche.

   Al chico no le importaba del todo porque, de todas formas, ya tenía decidido lo que haría. Solo faltaba ejecutarlo. Pero todo a su tiempo. Ya había puesto los puntos sobre las íes. Ya había aclarado todo lo que sentía y eso era muy importante.

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Perdón les mentí😗✌🏻 me quedé sin señal a la tarde y escribí este pequeño capitulo para darle pie a lo que sigue y para que se den una idea de lo que sucederá.

Ahora si puede que me tarde porque hay cosas que no sé escribirlas y bueno, es complicado.

Bueno ahora si uwu hasta luego 💕🥰