Capítulo 2 🍷

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Al instante que terminó recibió un golpe y cayó al suelo.

-Solo te lo diré una vez y espero que te quede claro, al segundo insulto hacia mi hermana te mandaré a un hospital. Te pido respeto, es una mujer y más avergonzado deberías de estar, ¿para ti esto son estándares "altos"? Una vez que nos marchemos te arrepentirás. Vámonos Gabriela- la tomo de su brazo y salieron de aquella fiesta.

-¡Ah sí! Por que me arrepentíria par de rancheros de chiquero- camino hacia la entrada y seguido iba uno de sus "amigos".

-¿Viste eso? Tal vez esa era una de varias ¿Por qué lo hiciste Joan?- hablo aquel tipo.

-¿De qué hablas? Bien esa camioneta debe de ser de sus jefes así son todos los rancheros una vez que el jefe no está en casa hacen lo que quiera.

-Mmm prácticamente es heredero así que por eso usa esa camioneta, te metiste con los G. Luna exportadores de tu vino favorito y claro muy bien vendido en todas partes del mundo, una hacienda en un humilde ranchito, tan sólo barricas de roble llenas de vino tinto, que es un vino tinto jaja poca cosa ¿no crees?

-Ella no era una Luna- se negó en creer esa teoría.

-Claro que lo era, sólo me mencionaste su nombre jamás sus apellidos de a tiro muy tonto para no darse cuenta, creí que sería otra Gabriela pero veo que trataba de Gabriela G. Luna woooow. Créeme hubieses dejado ese departamento mediocre que tienes a estar en una habitación del tamaño de tu departamento sino es que aún más grande, una hacienda es inmensa y tiene bastantes habitaciones, zonas de estar. Con ella hubieses sido por decirlo el envidiable e inalcanzable que siempre has querido ser ¿No?- bebió de su bebida.

-Ya cállate- dijo Joan un poco fastidiado.

-De verdad eres un imbécil- finalizo aquel "amigo".

Cambiando de escena en donde Jonathan conducía hacia su casa y Gabriela lloraba por la situación que acababa de pasar.

-Tranquila hermana, sólo era un imbécil que no se tomó el tiempo para conocerte y aceptarte tal como eres- daba ánimos su hermano mayor.

Pero la furia invadía a Gabriela -Es tu culpa Jonathan, miles de veces te dije que tu apariencia no funciona en la ciudad y tan sólo hace que piensen los demás que somos unos rancheros indios perdedores y pobres.

-Ya veo por donde vas, afortunadamente jamás o al menos desde que naciste no te hizo falta comida, le gente siempre pensará diferente siempre juzgará por lo que ve, las personas inteligentes te dicen tus verdades una vez que te hayan conocido. Ese tipo no te conoció a fondo pero al parecer tu te lo tomaste muy a pecho, de ser así cuándo lleguemos a casa te pones a limpiar los puercos, te vistes de india y perfecto estás aceptando todo lo que te dijo aquel chico, estás aceptando que eres una perdedora- afirmó tratando de dar una lección a su hermana.

Gabriela se enfureció más por los comentarios de Jonathan que por una parte tal vez tuvo razón pero la furia era más que darle la razón a él.

Una vez en casa.

-¡Mamá! Jonathan arruinó mi cita, arruino mi salida. Podría decirle que se adapte a la nueva moda o que si quiere entre en onda cuando vaya a la ciudad, que tiene que ir de botas, camisa y sombrero cada que salimos sólo me avergüenza- hablo furiosa.

-¡Hey! Hija, no hables así, es tu hermano.

- Pero mamá por él no me aceptaron mis amigos de la ciudad, sólo por él y por el hecho de seguir viviendo en este maldito rancho, por que no nos adaptamos a la ciudad compramos una casa bonita y todo genial.

-Eso suena genial, pero hermana naciste aquí y quieras o no así sea tu última petición cuando mueras tú cuerpo de ley será enterrado aquí- hablo su hermano Daniel entrando a la conversación -Y más aparte mencionas a tus "amigos", esos no eran tus amigos de ser así aún estuvieras en la fiesta pues te hubiesen ACEPTADO tal y como eres y por el baboso de Jonathan.

-¡Tu cállate, siempre estás en mi contra!- grito furiosa Gabriela.

-De verdad Gabriela, no es que este en tu contra es de que literal te comportas peor que una chamaca fresa que no le quieren comprar una osito de peluche color rosa. Esto es lo que eres ¡entiende! Usa tu cabeza, razona de donde vienes que es algo de lo que hablaras orgullosamente a tus hijos.

-Orgullosamente si claro- dijo burlona y rodando sus ojos.

Esto ahora enfureció a Daniel y se levantó quedando frente a ella.

-Mira Gabriela papá se ha estado rompiendo el lomo desde que supo que sería papá de Jonathan, desde entonces con sus otros dos hijos hizo lo mismo estar trabajando temporadas donde la temperatura es alta hablamos de los 40° con un quemoso sol, temperaturas bajas un mínimo de los 16° ¿y papá? Trabajando para darle lo mejor a sus hijos, jamás te ha faltado nada Gabriela estás loca y ciega. Acuérdate como te perdias por la inmensidad de cuartos en cuanto terminaron está casa, crees que ese chico con el que fuiste paso por lo mismo. Date cuenta que no es para avergonzarse sino de valorar lo que tienes, aprovecharlo sobre todas las cosas que para eso está trabajando papá y Jonathan ahora.

-De nada sirvieron tus palabras, entraron por un oído y salieron por el otro, pero se que no cambiaré de opinión y si, me avergüenzo de la familia que me tocó.

En cuanto terminó recibió una cachetada de Daniel.

Pero en su momento Daniel recibió también una cachetada por parte de su hermano mayor, Jonathan que entraba en ese preciso momento.

-Daniel por favor, respeta y pídele disculpas- pidió serio Jonathan.

-Jaja no, es una mal agradecida. No me disculpare, se avergüenza de nosotros entonces no somos familia, por que habría de disculparme con una desconocida- se negaba mientras trataba de ignorar cada palabra de Jonathan pero un nudo de garganta se acercaba a Daniel.

-Eso lo sé, me quedo en claro pero no fue la forma para responder ni para hablar así.

-No lo haré Jonathan, ni por que me vuelvas a golpear. Se lo merecía, me me duele bastante que no valore el trabajo y esfuerzo que ha hecho papá por nosotros así que no- le dolía bastante decir esas palabras pero aún así se mantuvo fuerte y salió de aquella sala.

La verdad es algo doloroso el no valorar los esfuerzos de alguna persona que te este dando lo mejor con el hecho de que estes bien, pero duele más que ese esfuerzo sea por alguien que te vio crecer, que te dio todo, cuido de ti, enseño muchas cosas, un padre.

Hay casos en donde muchos quisieran tener un padre que los ayude a salir adelante, que los aliente no siempre tiene que depender de la mamá pues se ocupó de un hombre para idear un futuro hijo, por lo que un padre también deja enseñanzas. Desafortunadamente hay padres de culpa al no aceptar a sus hijos, pero tan solo hay que enfocarse en los que están ahí desde el primer momento en que el bebé lloro.

-Gabriela mira tan sólo comportate, si de verdad sientes eso por tu familia está bien pero analiza lo que dices antes de hablar y aprende a valorar que tu padre no está en el fuerte sol nada más por que si, lo hace por que quiere que tengas ropa bonita, accesorios, te hagan tus comidas favoritas. Por lo mientras estás castigada, vete a tu cuarto y en la noche que llegue tu papá hablaré con él- hablo firme la madre y Gabriela salió de ahí sin decir más.

(...)

-¿Ya leyeron el periódico escolar?- hablo X chavo.

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Esperen! Que la protagonista aún no sale, aquí se habla de uno de los temas que voy a resaltar y es que en la actualidad aún hay personas que se avergüenzan de sus raíces por el temor de ser discriminados o por el simple hecho de que no saben valorar lo que la vida les ofrece.

En el siguiente mostraré a nuestros siguientes dos personajes importantes.

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📌 El hecho de que sean pocas las ganancias de papá en lugar de renegar mejor aprende a valorar por que eso es mejor que nada.

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