-Estoy lista Jonathan, ¿cuánto más vamos a esperar?- decía quejándose cierta chica que acomodaba por milésima vez su vestido que ya no había más por hacer, estaba perfecto.
-Lo siento hermanita, sólo reviso que todo este bien. Papá me dejo a cargo y no tuve tiempo de hacerlo en la mañana por que salí a llevar una carga. Sólo checare si ya le dieron de comer a los caballos y si tienen agua los puercos. Por que no vas y me esperas en la camioneta en unos minutos te llevaré a la ciudad como quieres ¿vale?- ahora si paso su mirada a la chica ya que hace un momento no lo hacía y por supuesto dio una sonrisa de paciencia por favor.
-Esta bien- devolvio con una sonrisa de lado- te espero en la camioneta por favor no tardes ¿si?- tono suplicante.
-Claro hermana, te prometí llevarte a esa dichosa fiesta así que no te fallare. Por cierto, ¿le pediste permiso a mamá?- serio.
-Si, ella ya lo sabe- pausa corta -si quieres se lo puedo recordar.
- Me parece bien, entonces te veo en unos minutos- dijo y aceleró el paso para poder hacer sus cosas.
Mientras que está chica caminaba por uno de los largos pasillos hasta dar con el cuarto de cocina donde abundaba la servidumbre.
Era una cocina extensa, tenía a su alcance todo lo necesario ahí mismo se encontraba un comedor grande.
Las señoras o bien empleadas domesticas de ahí se movían de un lado a otro, se escuchaba como el cuchillo pegaba a la tabla cada que picaban algún vegetal.
En ese lugar se encontraba la mamá de la chica doña Candelaria o Doña Cande para su gente, dando un poco de ayuda y checando que todo marchará bien.
-Mamá- hablo la chica y unos segundos tardíos volteó su madre a verla.
-Hija que pasa, estas muy bonita ¿piensas salir?
-Si, Joan me invitó a su fiesta de cumpleaños y Jonathan me llevará a la ciudad.
-Ya veo, que te diviertas. Eso sí, regresa pronto hoy llegará tu padre y estoy colaborando con la cena.
-Eso suena genial y...- interrumpida por una voz juguetona que se adentro también a la cocina, era otro chico.
-Delicioso claro ¿qué vamos a cenar?- intrigoso pregunto y paso un brazo por la nuca de la chica a manera de abrazo.
-Mole de olla, pasta traída por la abuela y echa por ella- respondió sonriente la señora.
-Que rico, cena familiar.
-Bueno, ya me voy regreso más tarde- informó la chica separándose del chico.
-¿Vas a salir?- pregunto el chico.
-Así es.
-Eso es bueno Gabriela, esperemos y ese chico te quite lo amargada.
-Como sabes que mi salida no se refería a verme con algunas amigas.
-Jaja por más que quisieras eso es imposible, tu no tienes amigas, tan sólo Melissa pero como vez ella sólo aparece cada fin de año. En fin, que bueno que vas a salir ¿te llevará Jonathan?
-Que chistosito eh hermano, me dan igual tus comentarios.
(...)
-Tan sólo diviertete- ánimos de un hermano.
-¿De verdad? Oye y si de verdad es cierto que en la ciudad hay chicas engreidas presumidas como en las novelas y me miran como bicho raro.
-Jaja bueno hermana de que es verdad lo es, tanto como chicos engreídos y chicas existen. No me sorprendería que te topes con alguno en la fiesta, pero tranquila eres una invitada más de Joan y así como tu platicas que va para enserio por la manera en la que dices que te trata, te da tu lugar, te habla bonito, así mismo serías como el invitado de honor para él. Así que tranquila hermana que estas muy linda como para sorprender en esa fiesta y seas aceptada de buena manera, aparte estaré ahí contigo- sonrió tiernamente.
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•| Vino Tinto |•
RomansaVino Tinto 🍷 Marian es una chica que no busca problemas y por eso mismo no es necesario para ella tener amistades, le hablarán de vez en cuando pero no muy a menudo sólo por el simple hecho de miedo. Marian tiene secretos y a decir verdad malos, ya...