Capítulo 15 🍷

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Ante eso Jonathan frenó tan repentinamente que hizo que la cabeza de Marian se avalanzara y golpeara con el tablero de la camioneta eso por no abrochar su cinturón, nada grave.

Jonathan y Daniel quedaron sin saber que hacer, Linney dormía desde que partieron.

-Marian- hablo Jonathan e iba inclinar la de nuevo a su lugar pero Marian reaccionó justo antes de eso -¿Estas bien?

-Estoy bien- sonrió nerviosamente -es todo, gracias por haberme traído- bajo apresuradamente y Jonathan hizo lo mismo.

-Marian ¿Te acompaño a casa?- fue entonces que Marian volteó a verlo.

-A no, iré yo tan sólo son unas 4 casas pero como no pedí permiso y si me ve llegar contigo tendré problemas, entró por la ventana así que todo bien- sonrió e iba a dar la media vuelta pero Jonathan la detuvo tomando la de su hombro.

-¿Y si te ve? ¿Quién?

-Bueno, hay un chico en mi casa y él está cuidando de mi en lo que no están mis papás. Llámalo niñero jaja.

- Si bueno, hace un mal trabajo si yo fuera tu niñero no te quitaría un ojo de encima y mucho menos estarías fuera de tu cama a esta hora, cuidaria bien de ti.

Esto hizo sonrojar a Marian y ponerla mucho más nerviosa. ¿¡por qué!?

-Antes, podrías darme tu número celular para platicar contigo por mensaje- sacó su celular del bolsillo.

-¿De verdad?- asombrada.

-A si claro, por que no, sería un gusto para mi tenerte agregada.

-Amm bueno es que jamás o desde que tengo celular ningún chico había pedido mi número.

-Bueno, eso me hace sentir especial y único en ser el primero.

Marian sonrió y tomo el celular de Jonathan apuntando su número.

-Listo.

-Bien.

-Adiós- ahora si creyó que sería el final pero nuevamente Jonathan la detuvo.

-Hace un rato no pasamos por ningún semáforo pero, mucho gusto señorita soy Jonathan- extendió su mano en forma de saludo.

-Je, mucho gusto Jonathan soy Marian- tomo la mano de Jonathan, tan suave aquella mano, cálida, no se que emoción era al tocar su mano sentías bonito.

Una vez las manos estrechadas Jonathan se acercó a la mejilla de Marian y la beso.

Esta quedó paralizada ante el acto.

-Excelente noche, descansa- al fin se despidió Jonathan y subió a su camioneta.

-Ahhhhhhhhhhhhhhh, me beso- emoción al mil -así que así se siente cuando te gusta alguien y que hermoso.

Marian camino hasta su casa, mientras que con Joel.

-Bueno, uno quemado y dos crudos el cuarto es el vencido- partió una rebanada de aquel flan y probó -esto esto está rico, ¡si salió! Muy bien, será tarde pero un postre de media noche no cae mal.

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