Capítulo 4 🍷

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Y eso sucedió una mañana, en la noche las cosas cambian.

-Regreso luego mamá- decía Marian mientras se acercaba a la salida de su casa.

-Hey Marian, tenemos que hablar- hablo su madre deteniendola antes de que tocará el picaporte.

-¿Sobre qué?- algo fastidiada y rodando sus ojos.

-Saldremos nuevamente de viaje.

-Ya estoy acostumbrada mamá y eso es genial, estaré bien.

-Es que está vez quedaras en compañía de alguien.

-Jajaja ¿que?- irónica.

-Ammm bueno las personas de la colonia dicen cosas raras sobre ti e incluso en tu colegio y bueno, tu papá y yo no queremos que vayas por un mal camino. Es por eso que te quedarás a supervisión de alguien- acaba de hablar una madre preocupada.

-Ya veo, mamá uhmmm no te voy a mentir si tomo y es verdad que en las noches salgo a bares nocturnos y todo, pero créeme me cuidan los angelitos y si tienes duda sigo siendo virgen, la verdad que el hecho de tener relaciones sexuales o algún tipo de relación amorosa es lo de menos que me interesa. Voy a bares, antros sólo para divertirme me la paso con Roger y Emili nada malo pasa, entre los 3 nos cuidamos.- aclaró la chica.

-Si lo sé, confió en ti pero bueno tu papá quiere que cambies, la forma en que vistes que nos tengas confianza, que salgas en las tardes con un grupo de amigos.

-La hay mamá.

-De ser así por que no nos dejas entrar a tu habitación, ocultas muchas cosas Marian- se acercó algo preocupada a su hija.

-¿Y ustedes a mi no?- pregunto intrigada Marian.

-Que, no no hay nada que esconder- desvío la mirada que tenía hacía Marian.

-Igual, ya se tomó la decisión hija esto no afectará en nada al contrario beneficiará a quien te cuida. Esperemos que el chico te haga cambiar- llega hablando el papá quien se acerca a ellas.

-¿Es chico? Deberían de temer a eso, se imaginan un chico cuidando de una chica, podría abusar de mi, una inocente- se activó una fase de convencer a papá y mamá que no necesita un niñero.

-No lo creo hija, es un chico serio y tranquilo y no hay problema pues conocemos a sus papás, son unos buenos inversionistas en nuestra fábrica que recién se mudan.

-Bueno, igual ustedes siempre hacen lo que quieren ¿No? Vayan a verla. Ahora si me disculpan, me voy, saben mi rutina.

Marian salió de su casa y en si no le importaba mucho el tener un "niñero" lo haría salir en un dos por tres así que no había de que preocuparse.

Que inicie la fiesta jaja

Susurro.

-¡Hey! Roger Emili ¿Que hay para hoy?- extendió su mano para chocar puño con ambos, forma de saludo.

-Lo mismo de siempre jaja- respondió el chico, Roger y evidentemente dio su puño.

-Bueno, vámonos nos veríamos en un bar pero no estaríamos en el bar- ahora hablo la chica, Emili.

¿Qué?

Estaban en la entrada de un bar, de ahí caminaron hasta dar en unos callejones algo oscuros había música chicos riendo, besándose, hasta llegar a su lugar.

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