Capítulo 16

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Capítulo 16

Flores Magicae

1234, Valta

Palacio Real de Dinasty

La brillante luz del sol golpeaba los ojos de Kayla, haciendo que esta los abriera. Desconcertada miró a su alrededor, se encontraba en un hermoso paramo que ella no reconocía. Verdes prados se extendían hacía el horizonte, hermosos arboles de rojas hojas se erguían sobre ellos, Kayla miró a su derecha donde un cristalino riachuelo cruzaba el terreno.

-Kayla- escucho detrás suya.

Extrañada se giró encontrándose con un delgado hombre de castaños cabellos y verdes ojos que debía rondar los cuarenta. Vestía una vieja túnica roja que estaba hecha jirones. Kayla no le conocía, pero se le hacía bastante familiar.

-¿Nos conocemos?- intento recordar si le había visto en algún sitio, pero nada.

Qué curioso, pensó la joven, de verdad que juraría que sí que le conocía.

-Kayla- el hombre se acercó y agarro sus manos- Necesito que me prestes atención.

-No tenemos mucho tiempo.

El cielo empezó a oscurecerse y Kayla sintió como si una fuerza externa tirase de ella queriendo llevársela de ahí. El aire empezó a soplar a su alrededor levantando las hojas del suelo y encerrándolos en un remolino.

-¿Kayla?-escucho una voz que no lograba reconocer.

El hombre la sujeto bruscamente por los ojos para que le mirase. Sus ojos verdes la miraban desesperados, como si de verdad tuviese urgencia en que la escuchase.

-Necesito que me escuches- Kayla intento centrarse en el pero su mente no hacía más que nublarse- Necesito que me busques.

El hombre la sacudió para que se centrara pero su mente se estaba yendo ya de ahí.

-¡Escúchame!- agarro su cara- ¡Necesito que me busques!

La fuerza seguía tirando de ella y su mente seguía nublándose.

-¿Kayla?-otra vez la extraña voz-¿Estas despierta?

-¿Me has escuchado?- el hombre la miraba con desesperación-¡Búscame!

Su mente se nublo y la extraña fuerza absorbió su cuerpo llevándosela a ahí.

Melissa Murdor mecía suavemente el hombro de la rubia Ignis mientras le preguntaba que si estaba ya despierta. La joven se levantó de golpe mirando aturdida a su alrededor, ubicándose en la enfermería de palacio. Melissa al ver que se frotaba la garganta, le acerco un vaso de agua.

-¿Que ha pasado?- sus grandes ojos verdes brillaban con la luz de las lámparas-.

La directora se sentó a su lado en un pequeño espacio de la camilla y le acaricio cuidadosamente el cabello. Se había preocupado mucho cuando la princesa había entrado a su despacho llevando a una inconsciente Kayla que se debatía entre la vida y la muerte. Gracias a Merlín había acabado solo en un susto.

-No lo sabemos. Harley te encontró en los jardines de palacio.

Kayla asintió empezando a recordar un poco lo que había pasado ese día.

-¿Te acuerdas de algo?

-S-si.- su garganta raspaba un poco- En el baile vi a un extraño hombre que me daba mala espina y decidí seguirlo.

-¿Como era el hombre?

-Era alto, tendría unos 30 años y una horrorosa cicatriz le cruzaba la cara.

Melissa abrió los ojos al escuchar eso. Ya sabía quién era ese hombre, lo había visto años atrás apoyando a Deisor y sembrando el caos de Dinasty. Era un asesino que carecía de piedad.

-Me ataco en una habitación y me dejo inconsciente- un escalofrío la recorrió al rememorar lo pasado- Cuando desperté estábamos saliendo de palacio, me tenía atrapada, pero conseguir salir y huir.

Inconscientemente Kayla se llevó la mano a donde la había cansaba una venda que cubría una delgada cicatriz.

-Me ataco... logre defenderme, pero consiguió herirme.

-¿Dónde está el hombre?- pregunto suavemente la directora.

-Muerto... yo lo mate- Kayla espero una mirada horrorizada o una reprimenda, pero solo consiguió una caricia en el pelo- No sé muy bien como lo hice, creo que perdí el control.

-No te preocupes, lo importante es que estas bien... Eso es lo único que importa.

Pese a que la directora le había dado permiso para no ir esa mañana a clase, cada día se acercaban más las vacaciones de invierno y con ellas los exámenes. Era la primera vez que los hacía, y eran conocidos por ser difíciles, así que Kayla no pensaba perderse ni una sola clase.

Era martes por lo que la primera clase que tenía era Herbología, dos horas seguidas. Bajo corriendo hasta el invernadero donde ya toda la clase esperaba. Flora Aenean, la vivaracha mujer de morena tez y rosados cabellos, que impartía la clase de herbología abrió las puertas para dejarlos pasar.

-Adelante chicos, por favor ir sentándoos

Meredith y Kayla decidieron sentarse juntas en una de las mesas del principio, amabas amaban esa asignatura, y mucho más a su agradable profesora. Cuando vio que toda la clase ya había tomado asiento, La profesora escribió en la pizarra.

-Muy bien chicos, como sabéis los exámenes son dentro de un mes- se escucharon bufidos por todo el lugar- Por eso hoy vamos a estudiar las flores "Magicae"

Se movió dejando que los alumnos viesen el titulo escrito en la pizarra. La ignis saco su cuaderno, para copiar lo que decían.

-Muy bien. ¿Quién puede decirme para que sirven esta clase de flores?

Kayla rápidamente levanto la mano, por fin una pregunta que, si sabía, ella lo sabía todo de esas flores, su madre y ella las adoraban y su casa estaba llena de ellas.

- Sirven para muchas cosas, para realizar pociones, para seguir rastros, hacer hechizos...

-Y recordar cosas- añadió una chica.

Un momento, pensó Kayla, ¿las flores magicae sirven para recordar cosas? La rubia decidió que después hablaría con la profesora en privado sobre ello, porque su cabeza no paraba de rememorarle un rostro conocido y le daba la impresión de que necesitaba saber algo de lo que no se acordaba.

Un momento, pensó Kayla, ¿las flores magicae sirven para recordar cosas? La rubia decidió que después hablaría con la profesora en privado sobre ello, porque su cabeza no paraba de rememorarle un rostro conocido y le daba la impresión de que neces...

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A partir de ahora las actualizaciones serán los lunes y los miércoles (pero la samana que viene os tengo una sorpresa). Os informo de que estoy corrigiendo el libro y a lo mejor cambio algunas cosas, por eso cuando acabe os avisaré por si quereis leerlo de nuevo.

Internado MurdorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora