Cuando Kayla Vendi llega al internado se convierte en la anormalidad. Una chica sin poderes o eso piensan.
El Internado Murdor es muy diferente a lo que ella pensaba; tratando encajar no se dará cuenta del mal que amenaza al Internado.
Elige bando;...
Ya era la segunda vez que Kayla se desmayaba. Parecía que se estaba haciendo costumbre. Su cabeza parecía a punto de estallar y su cuerpo se encontraba dolorido. La suave luz de la tarde entrando por la ventana le molesto cuando abrió los ojos. Trato de incorporarse, pero una mano en su hombro se lo impidió.
-Eh enana- Oliver estaba a su lado- Ten cuidado.
Con ayuda del chico Kayla se irguió en la camilla, miró a su alrededor, parecía una enfermería, pero no en la que se había levantado esa mañana. Miro curiosa a Oliver, ¿qué hacía él ahí?
-¿Dónde estamos?
-En la enfermería real- los ojos marrones de Oliver se oscurecieron- Es más segura.
De golpe Kayla se acordó de todo lo que había pasado ese día, de la clase de combate, del extraño hombre, de la marca...
-Hay un hombre aquí- se preocupó la rubia- Es peligroso, me-me...
Trago saliva dolorosamente.
-Me absorbió los poderes
Oliver le agarró los hombros consolándola.
-Enana ya lo sabemos.
-¿Quién era ese hombre?- preguntó Kayla.
-Era Deisor- la directora acababa de entrar por la puerta - Mi antiguo profesor.
La rubia tragó con fuerza. Deisor era un asesino, si de verdad era él, el que la había atacado, había tenido suerte de sobrevivir.
-¿Como ha conseguido entrar en el palacio?- pregunto Oliver extrañado
-Todavía no lo sabemos hijo mío- El rey hizo acto de presencia- Pero lo averiguaremos.
Se giro a mirar a la joven postrada en la cama.
-Hasta entonces vamos a ponerte guardias.
-¿Pero por qué?- preguntó ella- Si quisiese hacerme daño ya me lo habría hecho.
La directora se sentó en la camilla y le agarró el brazo con cuidado.
-¿Sabes lo que es esto Kayla?- sus dedos rozaron suavemente la marca de su brazo- Esta es su señal.
Kayla había escuchado que Deisor antiguamente solía marcar a sus futuras víctimas. Eso quería decir que iba a matarla.
-Por eso necesitamos que no digas muy bien que paso- pidió el padre de Oliver.
-Yo-o, todo pasó muy rápido- comenzó a contar la joven- Salía de la enfermería y me choqué con él, yo no sabía quién era, así que no pensé que fuese peligroso. Se empezó a acercar a mi e intente irme, pero no podía moverme.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, en cualquier momento empezaría a llorar
-Cuando quise darme cuenta ya m estaba absorbiendo mis poderes-dos gruesas lágrimas cayeron por sus mejillas- Dijo...Dijo algo, pero no entendí muy bien que quería decir.
Melissa le acarició la cabeza cariñosamente, mientras que se secaba las lágrimas.
-Dijo fuego de fénix. No sé qué quiere decir eso.
La directora se levantó de golpe de la cama.
-Imposible- negó el rey
-Él nunca se equivocaría- la directora lo miro- Si él lo ha dicho es verdad.
-¿Qué es el fuego de fénix?- pregunto Kayla confundida.
-Deberíamos ir a un lugar más seguro si vamos a hablar de esto- comento Melissa.
En cuanto piso el despacho del rey su boca se abrió de la sorpresa. Ese despachó era más grande que su casa entera, pensó Kayla. Ventanales se abrían paso por las paredes desde el suelo. Sillones y sofás colocados a los extremos de la habitación, y un inmenso escritorio en medio, con un cuadro de la familia real detrás.
-Tomar asiento- pidió el rey señalando los sillones de enfrente de su escritorio.
Oliver y Kayla hicieron caso.
-Necesitamos que prometáis que no vais a contar nada de esto- pidió el rey- Es de suma importancia.
Los jóvenes lo prometieron.
-El fuego de fénix- comenzó la directora -Es el origen del universo.
Agitó la mano y una proyección del universo apareció delante suya.
-Antes no había nada. Los dragones y fénix vagaban libres por el infinito.- Unos pequeños fénix se movían por la oscuridad- Los fénix cansados de pasarse volando todo el rato decidieron descansar, y juntando sus fuerzas crearon el fuego de fénix, una llama de la vida que creó Dinasty y el resto de los planetas para que pudiesen descansar en ellos.
Se giró a mirar a Kayla.
-Por eso, aunque te haya absorbido los poderes sigues teniendo magia- la comento- Cierra los ojos.
Y Kayla así lo hizo.
-Estira la mano e intenta crear unas pequeñas llamas- Kayla lo intento, pero no consiguió nada- Tienes que coger el poder de tu interior. Tienes que encontrar tu llama de la vida y usarla.
La rubia lo volvió a intentar, pero no consiguió nada.
-Tienes que seguir practicando- ordeno la directora- Porque el fuego de fénix no se puede apagar. Es un poder infinito y que muy pocos ignis tenían.
-Por eso Deisor te ha marcado- comento el rey- Tu poder es infinito, y él es codicioso, sin embargo, el fuego del fénix solo es capaz de utilizarlo un ignis que tenga ese don.
-¿Solo es capaz de usarlo ella?- pregunto Oliver.
Su padre asintió.
-Y una pequeña llama de fuego de fénix es mortal, incluso para los domadores.
-Joder-exclamo el joven.
-Por eso necesitamos que aprendas a usarlo- los ojos grises de la directora llameaban- La guerra se acerca y tú eres nuestra única salvación.
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