Cuando Kayla Vendi llega al internado se convierte en la anormalidad. Una chica sin poderes o eso piensan.
El Internado Murdor es muy diferente a lo que ella pensaba; tratando encajar no se dará cuenta del mal que amenaza al Internado.
Elige bando;...
-Eres una ignis- me recorrio de arriba a bajo- Eres una jodida ignis. ¿Cómo es eso posible?
-Warren...
-Pero los ignis están extintos.
Vi como los engranajes de su cabeza iban funcionando y como poco a poco hilaba conceptos.
-La profecía, por eso te esta buscando la realeza, porque sin ti no se puede cumplir la profecia.- se llevo las manos a la cabeza consciente de sus actos- Madre mía, he estado ayudando a huir y poniendo en peligro a la unica persona que puede salvar nuestro mundo.
-Warren no, tu no me has puesto en peligro.
-¿Seguro? Porque recuerdo muy bien como hace un rato han intyentado mataros. ¡Que coño, yo ya estaba muerto! Y tu has tenido que salvarme. ni siquiera he podido ayudarte, podría haberte pasado cualquier cosa porque yo ni siquiera era lo suficiente fuerte como para haber aguantado un asalto.
Kayla conocia perfectamente ese sentimiento de impotencia, era el mismo que sentia ella cuando veia entrenar a los elites, tan seguros de si mismo, sabiendo que podrían estar horas, mientras que ella, cuando usaba sus poderes como hace un rato, se sentía capaz de dormir cien años y no era ni capaz de parpadear del cansancio.
-Tenemos que llevarte de vuelta al palacio- declaro Warren- Necesitas estar a salvo.
-Warren no, eso si que no. Vas a tener que obligarme a ir.
-¿Por que Kayla? ¿Porque no quieres volver?
-Tengo mis motivos -susurro la Ignis.
Warren se acerco y preocupado abrazo a la rubia.
-Cuentamelos, sino no puedo ayudarte Kayla.
-Es que te va a parecer que estoy loca.
Warren se rió
- No te preocupes por eso porque ya me lo pareces- le dio un empujon cariñoso-. Cuentamelo anda.
-Tube un sueño- murmuro la ignis- un hombre me pedia que le buscara. Y te va a parecer una tontería, pero juraria que conozco a ese hombre.
-Si que suena un poco a locura.
-Y como si todo eso no fuese suficiente, derrepente un extraño señor me da esta rara cosa- levantó el pequeño fenix- y me pide que la siga. Sinceramente hasta yo misma creo que es una puta locura.
Oliver observaba aburrido como los nobles y jefes del ejercito del reino discutian entre si, sobre como afrontar los diferentes ataques que habian realizado contra su pueblo. Unos aqua renegados habían inundado un poblado entero, mantando a cientos de habitantes. Ultimamente las fuerzas enemigas estaban ganando cada vez mas poder y se iban cobrando cada vez mas victimas.
-Deberíamos preparar a la poblacion- insistio la general Mulak.
-¿Preparar a la población?- se rio Frederick Olsman, perteneciente de una de las casas de nobles mas antiguas- ¿Para que habria que preparar a la población? Los elites podemos encargarnos de todo.
-Discrepo- la general Mulak se puso de pie para llamar la atencion de todos- esa actitud es el problema.
-¿Disculpe?
-Por eso tantas personas se unen al bando enemigo, no les teneis en cuenta, os creeis que son simples objetos que no sirven para nada, les tratais como niños. ¿Pues sabeis que? Son poderosos, son personas perfectamente capáz de defenderse a ellos mismos y al reino. Y si no cambiamos esa actitud de exclusividad, el problema no va a hacer mas que empeorar.
-Sugieres que luchen con nosotros- risas escaparon tras oir las palabras de Frederick- Señor el mundo se va a la mierda, primero dejan entrar a mujeres al ejercito y ahora pretenden que entre cualquiera. Mujeres...
Un rayo salio disparado desde la mano de Mulak y se enredo alrededor del cuello de Olsman, apretando y dejandole sin respiracion. El aire se volvio mas pesado y todo el mundo se quedo callado, solo se escuchaba el crepitar del rayo de Mulak y el acelerado corazon de Frederick.
-Repitelo- amenazo apretando el lazo alrededor de su cuello.
-Mulak- pidio el rey y ella gruño.
-Vale- deshizo el lazo de alrededor de su cuello- Que sea la ultima vez que dice algo asi. Porque pra que lo sepa, una mujer es capaz de hacer cualquier cosa, y la puede hacer mejor que un hombre.
-Yo estoy de acuerdo con ella- musito Oliver- tanto con lo de las mujeres, como con lo de entrenar a la poblacion. No solo los elites son capaces de luchar, ellos tambien pueden y ya va siendo hora de que nos lo demuestren.
-¿Estas seguro hijo?- Oliver asintio.
-Pues a partir de mañana se comenzaran a impartir cursos de defensa en las calles, todo aquel que quiera participar podra hacerlo, independientemente de su poder.
-Señor, Dinasty se va al traste- murmuró Frederick
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¡Ya estoy de vuelta! Se que he tardado en actualizar, y sé que este capítulo tampoco es el mejor que he escrito (está sin corregir, cuando pueda lo haré), pero es que os he estado preparando una sorpresa, asi que seguir leyendo.
P.D. actualizaré otra vez hoy, o como muy tarde mañana
