Cuando Kayla Vendi llega al internado se convierte en la anormalidad. Una chica sin poderes o eso piensan.
El Internado Murdor es muy diferente a lo que ella pensaba; tratando encajar no se dará cuenta del mal que amenaza al Internado.
Elige bando;...
Kayla había podido confirmar que en el palacio ya sabían de su huida cuando al llegar un pequeño pueblo de las afueras de Dinasty plantada en medio de la plaza principal había una gran foto de "Se busca" con su cara en ella. Intentando pasar desapercibida se puso la capucha para ocultar su cara. Recorrió las calles del pueblo buscando un sitio donde poder comer algo y alimentar a su caballo. Dejo atado al semental que había robado y se dispuso a buscar algo de comer.
Caminaba por una desierta calle cuando sintió que algo tiraba de ella hacía un oscuro callejón, abrió la boca para gritar cuando una mano se la tapo rápidamente.
-Shh- susurró el desconocido que la había agarrado- No hagas ruido.
El desconocido, que ahora gracias a su voz sabía que era un chico, les arrastro más hacía la oscuridad del callejón, justo al tiempo que pasaban por la calle dos miembros de la guardia real que posiblemente estuviesen buscándola. Cuando el peligro hubo pasado Kayla se giró a mirar a su salvador, era un joven chico alto y musculoso, llevaba su rubio cabello recogido en una pequeña coleta dejando ver sus hermosos ojos grises y sus finos labios. La ignis debía admitir que el desconocido era bastante apuesto.
-Gracias- estiro la mano para saludarle- Soy Kayla.
El rubio sonrió.
-Encantado Kayla, soy Warren- se acercó a la calle y reviso que no había ningún nuevo peligro- Y dime Kayla, que lleva a una hermosa joven como tú a ser buscada por los reyes.
Kayla dudo si responderle o no, si bien la había salvado no sabía si podía confiar en él.
- Me he escapado de palacio- le miro esperando que la juzgara, pero no lo hizo.
-¿Y porque buscarían a una simple chica que se ha fugado?
-Porque conozco a los príncipes- mintió la ignis.
-Así que eres amiga de los principitos- se burló él- te entiendo yo también me habría fugado para no soportar a tanto estirado.
Kayla ajusto su capucha cuando llegaron a una calle más ocupada de gente y Warren al ver aquello se sacó la capa y se la echo por encima tapándola por completo. Agradecida le sonrió.
-¿Y cuál es tu historia?- pregunto curiosa.
Varias personas se les acercaron mostrándoles baratijas e intentando vendérselas. Una extravagante anciana encorvada llena de pulseras y collares se les acero mostrándoles unas cartas y unos oráculos. Esquivaron a la gente mientras buscaban algún puestecillo con comida.
-Soy cazador- respondió el rubio- me dedico a viajar cazando venados y vendiéndolos en los pueblos.
-Hola Ignis- escucho Kayla detrás suya. Asustada se giró encontrándose con un esquelético anciano de blancos cabellos y ganchuda nariz, sus ojos parecían casi blancos y vacíos- Hola Kayla Vendi.
Aterrada agarro la mano de Warren y echo a caminas rápidamente huyendo de ahí.
-¡Se lo que estas buscando!- gritó el hombre. La ignis paro en seco y volvió corriendo hacia donde estaba.
-¿Como lo sabe?- pregunto.
-Se quién eres Ignis- la rubia trago saliva, ese extraño hombre de verdad sabía que era- Se que estas buscando tus orígenes y yo puedo ayudarte.
-¿Como?- Warren pendiente a lo que estaban diciendo y de la subida de tono de su nueva conocida se acercó para asegurarse de que no pasaba nada.
-Sigue el fénix- susurró el anciano dejando en su mano un plateado colgante con un dije de un ave fénix volando.
Kayla miro el precioso collar que se le hacía extrañamente familiar. Cuando fue a preguntarle al anciano que fénix tenía que seguir se dio cuenta de que él había desaparecido. Warren se acercó extrañado mirando el colgante que le había dado el viejo a la rubia.
-¿Qué es eso?- pregunto
-No lo sé- cerro la mano entorno al collar para guardarlo cuando un rayo de luz salió de él. Un majestuoso fénix en miniatura apareció sobrevolando su mano. Sus brillantes plumas doradas brillaban con el sol.- ¿Que narices?
Los dos jóvenes vieron volar al fénix sobre la gente, mientras que el resto de las personas pasaban por ahí como si no pasara nada, como si no vieran nada. El fénix giro alrededor de la ignis y agarro su manga tirando de ella, como si quisiera que le siguiera.
-Sigue al fénix- musito Kayla, dándose cuenta de lo que significaba. Miró a Warren disculpándose- Tengo que irme.
-¡Espera!- grito Warren detrás de ella, mientras corría para alcanzarla- Te acompaño.
-No hace falta.
-Quiero hacerlo- la agarro de la mano deteniéndola- Me necesitas, no sabes cuidarte, si no llega a ser por mí ya te hubiesen cogido.
-Me necesitas- repuso Warren.
-Está bien- suspiro Kayla- Pero tenemos que irnos ya.
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Siento no haber actualizado antes, pero es que me he puesto mala por COVID y no me veía en condiciones de escribir. Intentaré actualizar lo antes posible.
