Cuando Kayla Vendi llega al internado se convierte en la anormalidad. Una chica sin poderes o eso piensan.
El Internado Murdor es muy diferente a lo que ella pensaba; tratando encajar no se dará cuenta del mal que amenaza al Internado.
Elige bando;...
El rey había hecho que Oliver llamase a sus amigos porque tenia que darles una importante noticia, y algo le decia que no era una buena. Desde que se había descubierto que Deisor seguia vivo estaba de los miembros, y que encima ahora, despues de que descubriesen la solucion para ganar la guerra la perdiesen, iba a hacer que le diese algo.
-Se que estais enterados de los recientes ataques- el rey de acerco con una bola de cristal al grupo- y se que puede ser pedir demasiado, pero necesito que hagais ya vuestras conexiones.
-¿Como?- Harley no se creia la noticia.
Formar una conexion con una criatura antes de tiempo y sin estar preparando era peligroso, podía matar a la persona o mucho peor, volverla loca. Por eso que su padre se lo pidiese hizo darse cuenta a Oliver de lo mal que estaba el reino de verdad.
-Necesito que os prepareis para la guerra, se que sois muy jovenes, pero la guerra no va a esperar por vostros. Y neceito saber que estareis todos preparados para ayudar.
-Lo estaremos- dijeron Nate y Oliver a la vez.
-La semana que viene llevaremos a cabo el ritual- musito el rey dandole la bola a su hijo- Elegid criatura y preparaos, tu vas primero hijo mio.
Harley entro apresuradamente en la habitacion de su novio, la noticia que les había dado su padre no le había sentado del todo bien. Tenia un nuedo en el estomago, tenia miedo por ella, su hermano,sus padres, su novio, su amigo y su pueblo. La guerra cada vez estaba mas cerca, y aunque sabia que eran necesario, le daba miedo que saliese algo mal la semana que viene.
-Ven aqui anda- le pidio Nate sentado en su cómoda cama de sabanas azules.
Como si fuese una niña corrio hacia él y se lanzo a la cama, a su lado.
-Tengo miedo- dejo que él la abrazara consolandola.
-Como si fuese a dejar que te pasase algo.- beso su cabeza con cariño.
Buscando cambiar de tema pregunto a su novio sobre que criatura opensaba elegir.
-Un dragón rocoso.
-¿Y tú?
-Ya lo averiguaras ese día.
Desde que había descubierto que el hombre de sus sueños posiblemente fuera su padre Kayla no sabia que pesar. Encima, como si fuese poco el pequeño fenix que les guiaba había desaparecido tras encontrar el misterioso libro de los ignis que su madre tenia guardado a buen recaudo.
-¿Ahora que vamos hacer?- pregunto Warren
Habían abandonado su casa de la infancia, para que su madre no los descubriese al llegar. Se habían instalado en un bosque cerca de su ciudad y descansaban despues de un largo día, alrededor de una calida hogera.
Kayla ignoro su pregunta ojeando el libro que habían descubierto, en el había diferentes "hechizos" que solo los ignis eran capaces de realizar. Eran muy interesantes, pero sobre todo uno llamo su atención.
-Warren mira esto.
Le mostro una pagina del libro que mostraba un hechizo que prometia permitirle conocer el camino hacia aquel lugar al que su corazon más necesitaba ir. Era un hechizo que pdrian usar para llegar a donde se supone que estaba su progenitor.
-Pruebalo.
-¿Ahora?
-Si, ahora.
Kayla leyo rapidamente las instruciones y memorizo las palabras que debía pronunciar. Cerro los ojos buscando conentrarse y siguio los pasos del libro. Junto sus palmas justo enfrente de su cabeza y abrio su mente y corazon pensando en a donde queria ir. Cruzo los dedos y giro las manos sintiendo como el poder se erremolinaban en eoccultatum iter revelarellas. Bajo la voz y susurro las palabras del hechizo mientras expulsaba su poder hacia fuera.
-Occultatum iter revelar
El sonido de crepitar de las llamas y el ligero olor a quemado hizo que abriera los ojos, permitiendola ver como delante de ella unas pequeñas llamas les indicaban un camino que se perdia en lo más profundo del bosque. El camino que debían seguir.
-Eso ha sido increible- exclamo su acompañante- Este libro es increible.
-Deberiamos ponernos en marcha- agarro el libro de sus manos y le dio con él en la cabeza.
-En marcha. Tu padre nos espera.
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