Internado Murdor

Capítulo 8

Capítulo 8

La masacre de los Ignis

14, Emenor

Tierras de fuego

El pueblo Ignis era conocido por su inmenso poder y eterna sabiduría. La gente acudía a ellos en busca de consejo, y en las guerras su participación era victoriosa. Los Ignis eran criaturas sinceras y humildes, sus intenciones siempre eran puras.

Sus poderosas conexiones eran únicas, los fénix de fuego. Un fénix siempre acudía a la llamada de ayuda de un ignis. A veces, incluso en Ignis más poderosos, de una lagrima verdadera, podía nacer un fénix.

Los fénix de fuego eran criaturas de inmenso poder, capaces de curar heridas con sus lágrimas. Su grandioso cuerpo se rodeaba de llamas para atacar. Eran criaturas inmortales, renacían de sus propias cenizas. Solo había una forma de matar a un fénix, y era matando a su amo.

Aunque la gran mayoría de los dinastys adoraban a los ignis y a sus conexiones, algunos les envidiaban, consideraban injusto que solo los ignis pudiesen enlazarse con esas criaturas tan poderosas, otros, temían que les destronasen...

Sin embargo, aunque algunos les odiaba, nadie se atrevía a atentar contra ellos.

Pero, un día Lord Melstein, un poderoso elite, cegado por la envidia y la avaricia, decidió que era muy injusto que solo ellos pudieran tener conexiones con los fénix y proclamo que, si él no podía tener una conexión con ellos, nadie podría. Cegado por el ansia de poder, decidió matar a los Ignis, para acabar con los fénix.

Se coló en las tierras de fuego, el territorio ignis, y espero a que cayese la noche. Cuando el cielo ya era oscuro enteramente, se fue metiendo en las casa, matando a todo ser vivo que había ahí, les saco los ojos, les corto las cicatrices y les degolló. Guerreros, campesinos, adultos y niños cayeron.

Los fénix enfadados con los dinastys, por la traición contra sus amos, que tan buenos habían sido con ellos, en su lecho de muerte mientras agonizaban, maldijeron las tierras de fuego, cualquiera que osara pisar el sagrado suelo donde descansaban en paz sus amos, sufriría la peor de las muertes, seria quemado vivo.

Cuenta la leyenda, que un poderoso Ignis, a sabiendas de los que iban a pasar, escapo de la matanza, salvándose, pero eso, es solo una leyenda.