Capítulo 23
Descubierta
1234, Valta
Dinasty
Un fuerte ruido despertó a Kayla, haciéndola darse cuenta de que se había quedado dormida. Warren y ella habían seguido al pequeño fénix hasta un tenebroso bosque en paradero desconocido. Habían decidido pasar la noche ahí haciendo turnos para vigilar, sin embargo, la ignis parecía haberse quedado dormida. Alarmada miro a su alrededor, pero no vio nada, tampoco a su acompañante.
-¿Warren?
Lo más probable era que el joven se hubiese levantado para ir al baño o algo así, sin embargo, algo dentro de ella le decía que estaba pasando algo. Se levanto y miro a su alrededor buscando alguna señal que indicara por donde se había ido su acompañante. Siguió una luz que diviso a lo lejos ente los árboles.
-¿Warr-?- una mano la callo y la alejo del claro de la hoguera.
-Shhh- la acallo su acompañante.
Se estaba haciendo costumbre
-¿Dónde estabas?- pregunto.
Warren señalo al claro donde esta vez prestando atención diferencio un grupo de hombres musculosos llenos de tatuajes y piercings, que cargaban diferentes tipos de armas y cuchillos. Conversaban en voz baja, señalando una hoja.
-Te están buscando
-¿Como?
-Les escuche hablando sobre ti, planeando como atraparte, para llevarte hacia un tal señor.
-Veo que nos has estado espiando- murmuro una gruesa voz detrás ellos. Era igual que sus compañeros salvo que a este una gruesa cicatriz le cruzaba el cuello- Aunque me temo que no os ha servido para nada.
Unas gruesas raíces llenas de espinas se enroscaron alrededor de sus cuerpos inmovilizándoles y llenándoles de heridas a causa de las espinas. Kayla miro a su amigo desesperada a quien una gruesa rama le rodeaba el cuello dejándolo sin respiración. Los compañeros de su atacante se habían acercado poco a poco y se reían de ver como se retorcían desesperados por respirar.
-Vamos a tener que matarte- uno de ellos saco un delgado cuchillo de su cinturón y lo deslizo por la mejilla de la ignis, dejando una pequeña línea sangrante de dolor a su paso- Pero antes me gustaría divertirme contigo, estas muy buena.
Arcadas subieron violentamente a su garganta, e intento soltarse sacudiéndose bruscamente. Las ramas la apretaron más dejándole lo que seguro serían unas pequeñas cicatrices blancas en el futuro. Sus brazos ardían por la presión de las espinas y las rozaduras de las ramas con su piel. Podía sentir como una hilera de sangre caía desde su cara a su cuello.
-En cambio a ti sí que voy a matarte ahora- acto seguido Kayla observo como introducía el cuchillo entre las costillas de Warren quien soltó un lastimoso y doloroso quejido.
Warren cayó al suelo retorciéndose mientras su camiseta se llenaba de sangre y manchaba el suelo a su paso. Espasmos recorrieron su cuerpo y la joven supuso que el filo del cuchillo debía estar impregnado en algún tipo de extraño veneno.
-¿Warren?
-Olvídate de él, ya está muerto- agarro su mandíbula y deslizo la mano hasta su hombro, rajando la camiseta y dejando entrever su sujetador- Ahora voy a ocuparme de ti.
Empezó a recorrer con su tatuada mano su hombro y cuando vio que se acercaba a su pecho, apartando la camiseta a su paso algo dentro de ella se encendió. Sus ojos se iluminaron tornándose rojos, y su piel empezó a calentarse. Observo el atacante pegaba un salto hacia atrás aullando de dolor agarrándose la mano. Su piel echaba humo y gruesas ampollas surgían por donde la piel se iba coloreando de rojo. Kayla continúa mirando como el hombre se retorcía de dolor mientras una llamarada poderosa y abrasadora de poder se extendía por su interior. Las ramas a su alrededor se incendiaron comenzando a sacudirse como si sintiesen dolor. Lentamente observo como trozos de ramas en llamas caían a su alrededor liberándola. Enfurecida y dejando que la rabia le recorriese se acercó a sus atacantes que intentaron huir despavoridos, pero una barrera de fuego se interpuso en su camino. A cada paso que la ignis daba el suelo se incendiaba y sus ojos llameaban por el poder que se estaba destacando en su interior.
Observo a uno de sus atacantes, el que había estado sosteniendo la fotografía de su cara. Retorciéndose su piel se llenó de ampollas como las de sus compañeros, y su ropa de prendió fuego. aullando de dolor intentaba desesperadamente apagar el fuego que le estaba consumiendo sin éxito.
-¡Ya basta!- exclamo otro de los atacantes.
Gracias al grito, Kayla despertó del ensimismamiento que semejante desate de poder la había provocado. No era consciente de nada de lo que hacía, su mente solo pensaba en dejar que el fuego continuara ardiendo arrasando con todo, sin importarle las consecuencias. Asustada consigo misma, ordeno como pudo que el fuego se apagase, permitiendo a sus atacantes huir como alma que lleva el diablo.
¿Que había hecho?
Había perdido completamente el control, casi había matado a dos hombres. Y lo peor no era eso, lo peor es que no se arrepentía de lo más mínimo, porque habían intentado matar a Warren y con ella habrían hecho a saber que maldades. Un momento...¡Warren!
Se giro a mirar al cazador, quien seguía tendido en el suelo sin moverse manchado de sangre hasta las cejas. Se tiro al suelo a su lado y agarro su mano congelada.
-¿Warren? ¡Warren despierta!
Poso su mano sobre su pecho y se dio cuenta de que no respiraba. No, no podía ser verdad, no podía haber muerto. Desesperada aparto su sangriento pelo de la frente y sacudió su cabeza intentando espabilarle.
-¡Warren!
Gruesas lagrimas cayeron por sus mejillas y destrozada se dejó caer sobre él, apoyando su cabeza en su pecho, mientras le acunaba. Sentía como si alguien tirase de su interior y no la dejase coger aire. Ese chico la había ayudado sin pedirla nada a cambio y la había salvado la vida en más ocasiones de las que estaba dispuesta a admitir. No había hecho otra cosa más que cuidarla y protegerla desde que se habían conocido, y sin embargo ella no había podido hacer nada para salvarlo.
Sálvalo... Puedes salvarlo
Escucho en su interior una voz que se le hacía familiar y que le indicaba que hacer.
Puedes salvarlo... Solo tú puedes hacerlo.
Guiada por la voz, apoyo su mano encima del corazón del muchacho y sintió como deslizaba parte de su chispa vital hacia él. Poco a poco el chico empezó a recobrar el calor y el color volvió a su rostro.
-¿Kayla?
-Oh dios mío... ¡Estas vivo!
Se lanzo a sus brazos abrazándole gratificada, pero el chico la aparto cuidadosamente mirándola como si se acabase de abrir un mundo hacia él. Recorrió su cara con los ojos observando como todavía tenían un brillo rojizo en ellos.
-¿Que eres?-pregunto, pero ya sabía la respuesta.
-Eres una ignis.
Aquí está el capítulo de hoy, aprovechando que estoy confinada subiré dentro de poco una maratón. ¿Preferís algún día en concreto?
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Internado Murdor
FantasyCuando Kayla Vendi llega al internado se convierte en la anormalidad. Una chica sin poderes o eso piensan. El Internado Murdor es muy diferente a lo que ella pensaba; tratando encajar no se dará cuenta del mal que amenaza al Internado. Elige bando;...