I WANNA KNOW [SEBAEK/ BAEKHUN] (TERMINADA)

XIII

El piso en el que se encontraba Soft Security B estaba desierto, las luces estaban prendidas, pero no había rastro ni siquiera del guardia de seguridad. En el momento exacto en el que dieron las 7:20 a.m., la puerta de las escaleras se abrió con un estrépito, y en el rellano apareció un hombre joven vestido con un traje negro a medida. Normalmente se podría decir que era un hombre guapo, sin embargo, ese día su cara estaba pálida y demacrada, las ojeras se le marcaban fuertemente, y de no ser por sus ojos llorosos y su nariz roja, pasaría por un muerto viviente.

Baekhyun caminó con gran pesadez por el pasillo que lo llevaba hasta su oficina, se dejó caer en su silla, acomodó sus cosas con gran dificultad y se dispuso a trabajar. Los minutos pasaban y por más que intentaba mantener la concentración, no podía. La cabeza le dolía, sus ojos estaban llorosos, los estornudos lo sacudían cada pocos minutos, no podía respirar bien, y tenía una tos tan fuerte, que no había podido dormir la noche anterior.

A las 9:10 a.m. sintió como su hombro era removido, abrió los ojos y lo primero que vio fue el escritorio de madera oscura justo frente a él, se despabiló un poco, alzó la cabeza y se limpió la saliva de la comisura de su boca.

— ¿Se encuentra bien jefe? — dijo Sana mirándolo con preocupación.

— Mmmh... — contestó y volvió su atención al trabajo que tenía enfrente.

— No parece que estés bien.

— Lo estoy — dijo con voz ronca.

— Claro, ¿Y por eso suenas como Lee Jungjae*? — Sana acercó su mano a Baekhyun para tomarle la temperatura, pero este se alejó.

— No es nada.

— Claro que lo es, te dormiste en el trabajo, eso es un hecho insólito.

— Te dije que no es para tanto.

— Y yo te he dicho que sí lo es, incluso estabas tosiendo mientras dormías — negó con la cabeza —. ¿Ayer dormiste algo?

— Sí...

— ¿Cuánto?

— Algo.

— Llamaré a un médico.

— No lo hagas, tomé unas pastillas — mintió.

— ¿A sí, y de cuáles?

— Unas blancas —estornudó.

— No debes automedicarte — volvió a negar con la cabeza —. ¿Qué hiciste para enfermarte tan de repente? Te envié en el mejor estado a la Sokcho.

— Nada... — Baekhyun se encogió de hombros y ocultó el hecho de que se metió al mar congelado —. No le digas a mi mamá — agregó.

— No lo haré — lo miró con cara de pocos amigos —. Si no quieres ver a un médico, cuando menos tómate el día y descansa un poco.

— No puedo, tengo trabajo acumulado.

— Bueno... el trabajo no va a ir a ningún lado.

— Exacto, si no lo hago yo — tosió —. No lo va a hacer nadie.

— Sabes que eso no es cierto. Tienes a Jongdae y a Minseok para ayudar aquí, además estoy yo y todos los demás.

— Sí, pero todos tienen... sus propios trabajos — dijo y volvió a toser.

— Pero mírate, ni siquiera puedes hablar bien.

— Pero hoy no tengo reuniones, no necesito hablar más — estornudó.