A la mañana siguiente se despertó con el sol pegándole en el lado izquierdo de la cara, con el sonido de los pájaros cantando alegremente fuera de su ventana. Se sentía como un personaje de Disney, y tenía una sonrisa en el rostro. Se estiró como un gatito y suspiró. Por fin había tenido una noche de sueño reparador, y se sentía muy bien aunque le dolía un poco la espalda.
Después de permanecer algunos minutos más contemplando el hermoso día fuera, se estiró a la mesa de noche para tomar su celular. Lo prendió y rápidamente se paró.
— ¡Maldición! — eran las 12:00 pm y tenía cerca de 30 llamadas perdidas. Más de la mitad eran de la oficina, pero también había del número personal de Sana, el de JongDae, el de MinSeok, y hasta el de su madre. Probablemente pensaran que estaría muerto, era la primera vez en su vida que se le hacía tarde.
La primera persona a la que llamó fue a su madre, quién rompió a llorar cuando escuchó su voz. La pobre mujer estaba a punto de salir de su casa en Bucheon para ir a Seúl, sólo porque él había olvidado subir el volumen de su celular y no escuchó ninguna llamada, ni alarma. Después de calmarla, convencerla de quedarse en su casa, asegurarle que estaba bien, y que lo único que había pasado era que se había quedado dormido, colgó y prosiguió con las siguientes llamadas.
— ¿Hola? — contestó Sana con incertidumbre.
— ¡Sana, soy yo! Me quedé dormido.
— ¡¿Se quedó dormido?! — gritó indignada.
— Sí me quedé dormido — respondió algo molesto —. Llego a la oficina en media hora — colgó.
Se vistió lo más rápido que pudo, tomó un vaso de leche, se limpió un poco y salió de prisa de su apartamento. Condujo más rápido que de costumbre, en el límite de velocidad, y corrió por las escaleras del estacionamiento.
Cuando estaba llegando al primer piso, dio un paso en falso en la escalera y tropezó. Se torció el tobillo, y determinó que no le sería posible seguir subiendo por las escaleras hasta el quinto piso, ya que cada que apoyaba su pie en el suelo le dolía.
De mala gana se dirigió a los ascensores y esperó a que uno se abriera, entró cojeando y se colocó en una esquina, ajeno a la única otra persona que estaba dentro. Se acomodó sobre su pie sano, y volteó a ver a su acompañante.
Ya que estaba recargado contra el metal no tenía una vista clara de la cara del otro sujeto, pues esta se veía distorsionada en el reflejo del ascensor. Pero tenía una muy buena vista de la espalda.
Parecía que era un hombre más o menos joven, cerca de los treinta años, pero no estaba seguro, con lo malo que era para calcular edades el tipo terminaría teniendo 22 o 40 años. Era más alto que él, quizá pasando un poco los 1.80 metros. Sus hombros eran muy anchos, y a pesar de tener un saco encima suyo parecía tener una cintura pequeña. Su vista siguió recorriendo el cuerpo ajeno y llegó hasta su trasero.
¡Santa madre de Dios! ¡Pero qué trasero se cargaba aquel tipo! ¿Dónde se conseguía uno así?
Denle dos por favor, uno para comer aquí y otro para llevar. El tipo era delgado, pero wuau dijo Mongryong, no le pedía nada a nadie. Seguramente llegó temprano a la repartición de buenos culos.
Repentinamente el ascensor se detuvo y el lugar quedó sumido en la oscuridad, las luces de emergencia se encendieron y ambos se voltearon a ver.
El hombre frente a Baekhyun sonrió de lado y se quitó el saco, subió las mangas de su camisa blanda dejando sus antebrazos a la vista, y se aflojó la corbata. Lentamente se acercó a él, se inclinó con cuidado y pronunció con voz ronca.
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I WANNA KNOW [SEBAEK/ BAEKHUN] (TERMINADA)
FanfictionBaekhyun es extremadamente inteligente y tiene claras sus metas desde muy temprano en la vida: fundar su propia compañía, ganar millones, y sacar a su familia de la pobreza. Pero con 26 años, una empresa en crecimiento y habiendo ganado su primer mi...