Capítulo I - Desesperación

156 17 2
                                    


Meses antes

¡Mierda! Voy tarde a mi entrevista.

Me apresuré un poco mientras corría en tacones para llegar al bar de un hotel muy elegante. H.B. Hotel estaba entre los 5 hoteles más lujosos del centro de Manhattan. Yo seguía muy apurada, mi cabello castaño, el cual me llegaba a la espalda baja, se alborotaba mientras corría y mis pechos saltaban dentro de mi blusa blanca. La chaqueta que traía de color azul marino no me ayudaba mucho, me estaba sofocando y me costaba mucho trabajo agarrar mi pequeño bolso. La multitud tampoco no me ayudaba. Parecía una loca corriendo por las calles de Manhattan.

¿Por qué rayos en el bar de ese hotel?

Llegué casi sofocada, mi pecho subiendo y bajando con cada respiración. Estaba toda sudada, pero logré llegar unos minutos antes así que disimuladamente me apresuré al baño de chicas y me di un aseo como solo las mujeres entendemos. Retoqué mi maquillaje, me saque la chaqueta, estaba muy sudada, y mi blusa por igual. Tuve que quitarme la blusa, tenía otra en negro de repuesto que me quedaba magnifica, resaltaba mis pechos más de lo normal. Terminé de cambiarme la blusa, arreglé mi cabello, me miré al espejo, mi piel canela se veía genial, era hija de padres latinos. Respiré profundo. Vi la hora en mi reloj Gucci.

Sabía que era falso pero quien rayos lo notaba.

Marcaban las 8:29 pm.

Justo a tiempo. Salí del baño y me dirigí al bar. Había unos cuantos hombres pero ninguno de ellos tenía la descripción que me describió Jenny. Mi mejor amiga. Seguía buscando con mis ojos pero solo podía apreciar mesas elegantes, una hermosa decoración dorada y el mármol resaltaba en este lugar, digno de un hotel de 5 estrellas.

-"Hola".

Escuche una voz profunda detrás de mí y me di la vuelta. Mi corazón se detuvo al ver a este bombón. Si no estuviera aquí para una entrevista de trabajo para el puesto de asistente del presidente de Black Enterprise, seguro que lo estuviera rechazando con mucha delicadeza.

Ya sé, es guapo Sofía. ¿Por qué Diablos lo rechazarías?

Pues la respuesta es sencilla. Jamás le digan que sí a la primera, se aburrirán.

Volviendo al chico. Tenía su pelo negro alborotado, usaba una camiseta blanca deportiva que se adherían perfectamente a su atlético cuerpo con unos pantalones negros deportivos y zapatos negros deportivos. Al parecer acababa de hacer ejercicio ya que se veía todo sudado pero muy sexy. Sus ojos verdes se clavaron en los míos. Debía rechazarlo con gentileza. Estaba esperando al dueño de una empresa muy grande, no podía perder la oportunidad de este trabajo.

-"Lo siento, pero te voy a detener ahí. Ahora mismo estoy algo ocupada".

Le dije apartándolo un poco poniendo mis manos sobre su pecho.

¡Guau! ¡Sí que estaba duro!

-"Oh, lo siento pensé que..."

-"¿Pensaste que por estar aquí luciendo sexy buscaba una cita?"

Le dije arrugando mis cejas, no me gusta que piensen lo que no es de mí.

-"No me refería a...

-"¡Oye! Si no estuviera ocupada, posiblemente aceptaría, pero estoy esperando a alguien así que por favor vete".

Le dije con desesperación. No quería dar una mala impresión en mi entrevista. La primera impresión era importante. Debía alejarlo, arrugó sus cejas en confusión y entonces cruce mis brazos sobre mi pecho. Le arrebaté la bebida de quien estaba cerca.

Entre ColmillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora