Vi como mi padre movió su dedo índice.— ¡Doctora! — Llamo con desespero mientras aprieto el botón de emergencia, mi amiga estaba igual de ansiosa que yo. Entra la doctora con dos enfermeros, le explico lo sucedido y nos mandan a salir. Yo no entendía por que. Estaba muy confundida, ansiosa, quería saber si era algo bueno, si mi padre se recuperaría pronto. Estábamos afuera de la habitación y entraban mas enfermeros.
— Soffy, ten fe. Tu padre es un hombre fuerte. — Me dijo mientras colocaba su mano en mi hombro, no pude evitar llorar y refugiarme en sus brazos, su fuerte abrazo era reconfortante, era como una hermana para mi. — Gracias Jen. Eres la mejor. — Le dije mientras intentaba sonreírle con la vista empañada por mi lagrimas que brotaban sin cesar.
— Quisiera quedarme pero los niños me esperan, ya sabes como son. — Me comentó mientras me miraba a los ojos. Quería decirle que no me dejara sola pero no puedo ser tan egoísta.
— ¿Segura estarás bien?
— Sí, descuida, salúdalos de mi parte. — Me dio un ultimo abrazo y se marcho. La vi alejarse por el pasillo y tomar el elevador, después de unos segundos es que me doy cuenta que Arturo ya no estaba.
— Que extraño...
Miro el reloj que había en la pared de la mini sala de espera que había afuera de la habitación.
10:00 PM
Ya era tarde.
En la esquina había una televisión de 40 pulgadas transmitiendo una noticia espeluznante. Era la misma que me había mostrado Jen. De inmediato sentí un escalofrió subiendo por la espalda recordando lo que me había sucedido.
— Jones —
Ese nombre dejó mis labios en un susurro congelando mi alma. Él me daba mucho miedo. Me puse de pie in para tomar el control remoto en una repisa cerca de la tele y cambiarle de canal.
— ¿Cómo esta papa? — Escuche una voz femenina preguntando detrás de mi. Me quedé perpleja por unos instantes, no podía creer lo que estaba escuchando.
Esa voz.
Me di media vuelta y entonces fue que la vi.#
Jen iba por el ascensor para salir del hospital e ir a su casa. Al salir estaba buscando su teléfono en el bolso para pedir un taxi pero no lo encuentra.
— ¿Dónde mierda estas? — Repetía ella en frustración cuando se da cuenta de que lo había dejado en la habitación.
— ¡Carajo! — Comenta en frustración.
— ¿Algún problema? — Le pregunta una mujer a ella, Jen se sorprende, no sabía que había alguien cerca.
— No, es que... es que dejé mi teléfono en la habitación de... visitaba a alguien y deje mi teléfono por error. — Comenta de manera muy amable.
— Visitabas al padre de Sofía Hernandez ¿no? — Le pregunta con una sonrisa.
— ¿Cómo sabes...?
— Recién comenzamos a trabajar juntas y me contó todo sobre ti, eres como una hermana para ella. Lo sé. Si quieres puedo llamarla para que lo traiga. — Le interrumpe ofreciéndose a ayudarle.
— No es necesario, solo necesito un taxi para ir a casa.
— Eso no es problema, yo te llevo.
— No que pena con usted, pero no quiero molestar.
— Insisto, se que Sofía estaría muy agradecida.
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Entre Colmillos
VampiroSofia Hernández quien esta intentando conseguir un empleo mas o menos lucrativo en New York, recibe una oportunidad inesperada para trabajar para el muy exitoso y apuesto empresario, Héctor Black. Ahí descubre de como el más despiadado asesino que l...