Entre Colmillos

Capítulo IX - Sorpresa, sorpresa.

"La oscuridad muestra lo que la naturaleza esconde".

Martin P. Almengot

Narración del autor.

Hospital Mental de alta seguridad.

Boston, Massachussets.

Voz de un desconocido.

-"Corre linda ovejita".

Se escuchaba una voz en aquel hospital en esa noche lluviosa mientras esta persona alta y delgada arrastraba el cadáver de un guardia por los oscuros pasillos del lugar dejando una enorme mancha de sangre en el piso. No se podía ver su rostro. Una chica de piel morena corría despavorida para esconderse, su pequeño afro estaba alborotado por el sudor de la agitada noche. Su corazón martillaba en su pecho de manera descontrolada con cada paso que daba buscando donde esconderse. Su uniforme blanco estaba manchado de sangre. Seguía corriendo y mirando hacia atrás para asegurarse de que no la siguiera, logra llegar a un cuarto y entra a esconderse sin mirar hacia sus alrededores. Temblando de miedo, más y más con cada respiración.

-"¿Dónde esta Dra. Brown?"

Preguntaba disfrutando la persecución. La Dra. Brown comienza a hiperventilar al escuchar su voz.

Él estaba cerca, ella lo sabía.

-"¿Por que se esconde de mi? Tan solo quiero saber de que color son sus intestinos".

Lo dice con una voz que le hiela la sangre. Apenas podía respirar, todo su cuerpo temblaba. Sin embargo, un olor extraño le llama la atención y ella comienza a ver a sus alrededores, no era muy visible pero conocía el lugar, 3 años trabajando en ese hospital le había dado una buena perspectiva de donde esconderse. Ella se paraliza por un momento al ver a la mayoría de los cadáveres de sus compañeros apilados como ratas en una esquina. la sangre chorreaba por todo el piso.

-"Oh por Dios..."

Susurra ella mientras se tapa la boca con ambas manos para evitar gritar, siente que sus piernas se debilitan de los nervios, su corazón lo sentía en la garganta.

-"Te encontré".

Le susurra al oído y ella grita descontroladamente mientras sale corriendo, pero desafortunadamente se tropieza cayendo al suelo. Ella se da la vuelta y ve unos ojos rojos mirándola desde la oscuridad acercándose a ella lentamente, comienza a patalear para alejarse mientras este seguía acercándose lentamente. Ella logra ponerse de pie y comienza a correr doblando a la derecha por unos de los pasillos mientras choca de frente con alguien derribándola al piso.

-"¿Esta perdida Dra. Brown?".

Le pregunta una chica delgada de piel morena con el pelo largo y ondulado. La Dra. Brown no puede evitar ver la sangre en sus manos y sus labios con un pequeño reflejo de luz que entraba por unos de los ventanales del lugar.

-"T-tu-tus ojos son como los de él".

Los ojos rojos brillaban como foco, su mirada era fría y una sonrisa con unos colmillos reflejados le saludaban. La doctora no podía creer lo que estaba sucediendo. Ella se pone de pie y saca un rosario con un crucifijo apuntando a la chica.

-"Los vampiros no existe".

-"Esta segura de eso Dra. Brown".

Esa voz la hizo voltear despacio mientras veía el rostro de aquel hombre que llevaba toda la noche persiguiéndola. Ella no puede mover sus piernas, el miedo la había paralizado por completo.

-"¡Doctora corra!"

Dice un guardia de mediana edad y un poco obeso mientras dispara su arma tranquilizadora a la chica pero no les hace nada. Este solo se sorprende mientras la chica le sonríe.