Capítulo VI - Memorias Retorcidas

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Steven Jones

Hospital Real de Bethlem Beckenham, Bromley, Londres. Año 1247.

Me habían internado a la fuerza en esta especia de hospital para personas con problemas mentales. Primer hospital de esta clase en el mundo.

Lo odiaba, no quería estar aquí. Ellos decían que estaba loco.

Ja, ja, ja, ja... tenían razón.

No me importaba lo que fuese, sentía esta necesidad de matar inmensa, maté a mi padre abriéndole con un cuchillo muy afilado mientras dormía cuando tenía 10 años.

Aún recuerdo la sangre brotando de su garganta mientras se ahogaba en ella. Mi madre se paralizó horrorizada por esa espeluznante escena para ella.

Me sentí tan bien.

Mi madre se desmayó después de paralizarse al ver tanta sangre. Ella sufría de hematofobia. Eso me lo hizo muy fácil.

Sonreí.

Me acerque a ella con cuidado, quería saborear cada detalle, quería ver más sangre. Apreté el cuchillo con mis manos manchadas de la sangre de mi padre y al momento de subir mis manos para jugar con ella por igual. Unos gritos provenientes de la habitación de al lado me interrumpieron. Era mi hermanito de apenas 2 semanas de edad. Sonreí.

Primero jugaré con mi hermanito.

Caminé lentamente hasta la otra habitación. El pasillo tan solo iluminando se con los relámpagos de una tormenta eléctrica que se avecinaba. Comenzó a llover. Los truenos emocionan dome con cada paso de daba. Los gritos de mi hermano se escuchaban más fuertes. Me quedé de pie enfrente de esa puerta blanca con la manija dorada. Le di la vuelta hasta que se escuchó un Clic. Sentía una un cosquilleo dentro de mí, una emoción inexplicable. Todo esto era tan excitante.

Me gusta.

Entré a la habitación la cual estaba pintada de blanco, la cuna blanca a un extremo y ahí estaba el, llorando.

Debía tener hambre.

Baje un lado de la cuna para poder tomarlo en mis brazos. Aún sostenía el cuchillo, se me hacía incómodo cargarlo. No quería soltar el cuchillo. Así que lo tomé por un pie y lo arrastré. Su frágil cabeza golpeó el suelo dejando de llorar al instante.

-"Vaya, eso hace que dejen de llorar".

Susurré mientras me detuve un momento sin voltear a ver. Los truenos se hacían más fuertes. La lluvia más intensa. Con una mano lo sostenía de un pie mientras su cabecita dejaba una marca de sangre por todo el piso. Volví a la habitación de mis padres y mi madre se estaba despertando, me vio con mi hermanito.

-"Mami, Eliot quería jugar".

Le comenté mientras hacía una lo levantaba con la mano derecha. Era un poco pesado para mi en ese entonces. Mi madre se volvió a caer, pero esta vez, fue más intenso, se sostuvo la mano izquierda con la derecha como si le doliera, luego al corazón, comenzó a temblar y algo blanco comenzó a salirle.

-"Le estaba dando un ataque".

Solté una carcajada.

-"¿Te divierte eso?

Me interrumpió la Doctora Julia Jones.

Ladeé mi cabeza observándola. Era muy atractiva, me encantaba contarles mis experiencias y a ella parecía fascinarles.

-"¿Qué pasó después?"

-"La policía llegó al día siguiente y culparon a un asesino serial que había matado a varias familias de manera similar, corte de garganta. Los demás eventos fueron desafortunados según dijeron pero yo era la víctima".

Entre ColmillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora