Capítulo 11

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Me encontraba en un oscuro callejón con Lorena dentro de mi auto.

No había ni un alma cerca de nosotros, solo se escuchaban algunos gatos callejeros maullando y el sonido de la música del auto.

Moví el asiento para obtener una posición cómoda,Lorena se subió encima de mí y subió su corto vestido dejando ver su ropa interior de encaje.

Nos besábamos sin parar,mis dedos recorrían todo su cuerpo en un movimiento suave y lento.

— James, hazme tuya — Aulló con un tono provocador.

Moví mis mano hasta su Tanga de encaje y noté que estaba muy mojada. La moví hacía al lado e introduje 2 dedos,seguía besándola pero ahora con el agrego de jugar con mis dedos en su vagina.

Con un movimiento rítmico y circular logré que su vagina se humedeciera aún más de lo que ya estaba.Luego introduje 3 dedos mientras mi otra mano jugaba con sus pezones los cuales estaban duros y firmes como balas.

Dejó de besarme para soltar un gemido de placer.

— Espera — Dijo Lorena con la voz entrecortada

— ¿Qué pasa? — Pregunté

— Déjame hacerlo a mi — Dijo quitando el cinturón de mi pantalón.

Poco a poco fue desabrochando los botones y sacó mi pene,el cual agitó levemente con sus manos y se llevó a la boca rápidamente.

Lo hacía muy bien,tanto que de vez en cuando solté un gemido. Puse mis manos en su cabeza y comenzé a jugar con su pelo.

Mientras me succionaba el pene me lanzó una mirada provocadora la cual me hizo quedar anonadado de su belleza.

Ya quería penetrarla.

— Hagámoslo ya — Anuncié acercando su boca a la mia y dándole un beso.

La tomé de la cintura y la puse encima de mi. Suavemente introduje mi pene en su vagina,mientras más entraba más se retorcía ella. Sus paredes vaginales estaban calientes.

Ella comenzó a moverse suavemente de arriba a abajo  y luego aceleró su movimiento hasta quedar en perfecta sintonía con la música.

Los cristales comenzaban a empañarse y seguíamos cada vez más rápido y sensualmente.

Luego de un tiempo terminé explotando dentro de su cálida vagina.

Se detuvo todo,ahora solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas por el ardiente sexo.

Pero no quería que esto terminara.

Al estar los 2 en nuestros respectivos asientos bajé las ventanillas del auto y encendí un cigarrillo. Arranqué el motor del auto y fui con destino a mi apartamento.

Subí las escaleras con Lorena de la mano,entramos a mi habitación con ella encima de mí y besándonos, cerré la puerta y me propuse a continuar lo que empezamos en el auto.

La dejé caer en la cama y nos quitamos toda la ropa.

Acerqué mi lengua a su vagina para darle placer y humedecer sus labios vaginales. Ella se retorcía y me jalaba el pelo suavemente.

— Oh si James, fóllame duro — Gritó Lorena  de placer.

Luego besé su cuello y mis manos jugaban con su cuerpo desnudo. Metí mi pene en su vagina y con movimientos de vaivén la hize tener un orgasmo.

Cambiamos la posición,está vez yo estaba detrás de ella y ella delante de mi inclinada hacia la cama con sus manos en el colchón. La tomé por la cintura y empezé a embestirla con fuerza y rapidez,con una mano frotaba su pelvis y otra abarcaba su cuello. Estábamos en el climax.

Ella gritaba de placer. Llegamos al orgasmo al unísono.

Así estuvimos envueltos en el calor del sexo hasta las 5 de la mañana.

Tomamos un baño juntos y luego de eso dormimos en la cama abrazados.

Tenerlo todo y no tener nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora