¿Qué pasó en realidad? (10)

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Keenan se quedó en silencio, se mordió la lengua y después abrazó a su hermano.

- Haz lo que quieras...- no podía vencerlo, tenía razón en todo y aunque no lo aceptase no podría cambiar lo que pensaba- Pero seguirás siendo mi hermano mayor...

- Hermana...

- ...- chasqueó la lengua contra el paladar y bufó pesado, de acuerdo, no aceptaba eso, definitivamente no lo aceptaba, pero no podría derrotar a su hermano mayor, era más fuerte, tenía la lógica de su parte, tenía la razón y estaba determinado en ser aquella ridícula idea...- Hermana mayor...- si no puedes con tu enemigo... únete a él... Eso es lo que Álex quería desde el principio... en ese momento se dio cuenta. Ella sonrió y se sentó bien todavía con algunas lágrimas en sus ojos que limpió con el guante que tenía hasta el codo de tela rosa con suave purpurina brillante- No hagas locuras, y no te enfrentes a nuestro padre todavía...- rogó- Pero no volveré a venir a ninguna fiesta que celebren los White.

- Keenan, hermanito, solo fue un beso, hay culturas que un beso entre dos hombres es un símbolo de saludo.- ahora estaba defendiendo al reino White. Rodó los ojos.

- En este continente no, y dudo mucho que los reyes White sean de esa cultura.

- Han podido adaptarla a sus tradiciones de mente abierta.- "Álex, por favor, deja de defender a ese enfermo" fue lo que pensó el menor de los hermanos.

- Me da igual, fue repulsivo sentir como movía sus labios y los pegaba más para profundizarlo...- hizo una mueca asqueada.

- No lo tomes en cuenta, si vuelves a verlo, dile que no te gustó eso.- sonrió con tranquilidad.

- Cómo si fuera tan fácil.

- Lo es- sonrió calmada, pero aún un poco afectada por lo de antes- Simplemente debes ir con él y decirle que no te gustó. Aunque... creo que ya lo habrá entendido al ver que nos fuimos de la fiesta así como nos fuimos...

- ¿Ahora me vas a reñir a mi?

- Más o menos.

- Si eres una mujer no puedes hacerlo.

- Soy tu hermana mayor, así que si que puedo- le sacó la lengua con un tono de burla, pero también como si fuese una broma y le sonrió.

- Agh...- apartó la mirada y se cruzó de brazos.

Hubo un intervalo en el que ambos se quedaron en silencio escuchando los bufidos de los caballos, el movimiento de las ruedas, de las riendas, los grillos y las cigalas en el exterior, las piedras del camino y los pequeños baches que pasaban... Había anochecido, aquello podía ser peligroso para ambos si los asaltaban, así que se mantuvieron alerta y con la tensión puesta en las armas que cargaba el carruaje real, en este caso, la espada que tenía el castaño.

- Necesitaré ayuda para llegar a mis aposentos sin que nadie me vea...- musitó Álex- La puerta de atrás no es viable- negó con la cabeza lentamente- Las criadas salen por ahí constantemente, nos verían... Me verían...

- Siempre podemos entrar por la mazmorra...

- Nos pueden descubrir al llegar a la cocina... Recuerda que cuando lleguemos es la hora de cenar y los cocineros nos atraparían...

- Entonces solo nos queda que te cubras con una manta por encima y correr hasta nuestro cuarto...- Alex lo miró con sarcasmo- O puedes ir desnudo...

- Que humillante, me verían las criadas...- negó lentamente con la cabeza.

- ¿Es humillante ir desnudo y no con vestido?

- Para mí, si.

- Ya veo...- se llevó una mano a la barbilla.- Lo tengo, podemos entrar por los jardines traseros...

12.- Princess (Trans/LGBT+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora