Larga vida a la Reina Alexandra (18) [FIN]

15 4 2
                                    

Ahora solo se escuchaban sus jadeos después de apuñalar tantas veces un cuerpo ya inerte y sus lágrimas que después se hicieron tan abundantes como sus hipidos al darse cuenta de lo que hizo y finalmente le siguieron los lamentos por haber matado a su tío, al rey, por haber asesinado a alguien de su familia, que, por más que lo mereciera, seguía siendo de su familia.

- Álex...- musitó Kenai, quien después la recogió en sus brazos cuando ella empezó a llorar más fuerte y la abrazó fuerte.

- Lo siento- sollozó repitiendo todo el rato esas palabras.

- Cariño...- ahora se acercó el otro.- No lamentes la pérdida de alguien que te ha hecho tanto daño, por favor...- los dos adultos abrazaron a la menor.- Ese hombre no merece ser perdonado...

- Cuando lo sepan los invitados, cuando la reina se de cuenta, ¿Qué me harán? No puedo salir impune de esto... No después de matar al rey...- sollozó.

- Yo me encargo de los invitados...- Álex miró a su hermano- Diré que el rey se encuentra mal y necesita reposo, los invitados se irán, y algunos días después podremos decir que él murió por causas desconocidas, no será necesario un funeral tan exhaustivo, siempre podemos decir que necesitamos que sea una celebración íntima...- Su hermana abrió los ojos con sorpresa por las palabras algo retorcidas de Keenan, pero que en efecto custodiaban una brillante idea y un plan perfecto.

- Bien- asintió con la cabeza.

- Y tú podrás ser la reina...- ella se sonrojó sutilmente y después se quedó mirando un punto fijo.

- Aún no, hasta que... tomé la mano de un pri. . .

- No importan los protocolos cuando no hay rey- guiñó un ojo y después salió de la cocina.

- De princesa a esclava, de esclava a reina... ¿Quién lo diría?

- ....- sonrió un poco.


Dos meses después

Una semana de luto oficial fue la que cumplieron los príncipes antes de que Álex tomase el trono alarmado a todo el reino pensando que sería Keenan quien sería coronado en aquella gran celebración. Fue su padre, su verdadero padre quien, con un traje blanco, botas doradas, cinturón dorado, guantes blancos, cinta real cruzada por el pecho de forma diagonal dorada, hombreras doradas y una corona más pequeña con diamantes azules como sus ojos incrustadas en ella, fue quien la coronó, sonriendo orgulloso al ver a su hija con su cabello rubio largo y maravillosamente cuidado en un peinado de trenza recogido que fue hecho por su hermano, el cual escondía cintas azules como el cielo, con un vestido azul que cubría hasta sus tobillos con una gran cola semi transparente de varios metros de largo, con el símbolo del reino al final de la misma, con una boa de plumas azul decorando sus brazos los cuales iban cubiertos por guantes finos hasta el codo, también azules semitransparentes por un lado y opacos por el otro, junto con aquella nueva corona dorada con zafiros, ópalos, perlas rosas y amatistas.

- ¡¡Larga vida a la reina Alexandra!!- exclamó su hermano menor una vez ella fue coronada.

Su hermana se sonrojó sutilmente por el nombre y después miró a su hermano con una sonrisa escondida entre sus labios. Después de aquel grito se escucharon voces a coro entre el público que gritaron lo mismo, y finalmente todo el público al unísono lo gritó en aquella tercera vez, después de eso le vinieron los aplausos y vitoreos.

Los festejos duraron hasta bien entrada la noche, cuando todos los invitados se marcharon a sus hogares o a sus reinos, a excepción de uno... en el balcón del patio trasero del reino, ciertos príncipes hablaban como si fuese un secreto, estaban cerca el uno del otro que Álex no pudo evitar dar un pequeño empujón y darle señas al príncipe invitado, señales que este captó inmediatamente y sonrió, después cortó las palabras de Keenan con un beso sutil en sus labios.

12.- Princess (Trans/LGBT+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora