Cordura (13)

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Tragó saliva y volvió a mirar al guardia, justo en el cambio de turno. Hubo una breve conversación y después la voz del hombre nuevo sonó alta y clara:

- Bien, escoria muerta y putrefacta, es hora de que os muráis de una vez. Hora de trabajar, todos arriba.- las personas de otras celdas se levantaron, o eso escuchó, también el hombre que estaba sentado en la celda de enfrente, los pasos del hombre que habló caminaron hasta el final, hasta su celda, donde miró la del hombre encerrado, y después la suya- Vaya, parece que tenemos un juguetito nuevo... ¿Qué haces aquí, preciosa?- se apoyó en los barrotes con una postura coqueta y seductora.

- No sé, pregúntele a su majestad, seguro que sabe mentirle muy bien sobre que hago yo aquí.- su tono sonó más agudo por inercia, tanto que se sorprendió a sí misma, pero igualmente el sarcasmo y la arrogancia también fue bastante marcado.

- Vaya, parece que la nueva criada tiene carácter, parece que voy a tener que enseñarte modales.

- ¿Cómo osa hablarle sin el respeto que merece a la princesa Álex?

- No existe tal "princesita", mujer estúpida, ambos príncipes son varones; igualmente, si tú estás aquí es porque eres escoria inservible para el rey. Seguramente fuiste una puta mala de la que se cansó rápido al ver que se volvió egoísta y prepotente.- abrió la celda y la cerró a su espalda para evitar su escapatoria- Así que te enseñaré modales para que aprendas con quien estás tratando, cría insolente.

Álex, solo por ansiar con toda su alma ser una princesa no significaba que era débil o se dejaría hacer solo por ser una dama, por lo que al intentar tumbarla en la cama de paja, ella se removió con fuerza, le dio un fuerte cabezazo y después una patada en las partes nobles del guardia, este retrocedió unos pasos, el tiempo suficiente para que ella se levantase con una postura que le daba fuerza y poderío sobre el hombre.

- Soy el príncipe Álex, y exijo el respeto que merezco- ahora habló con su tono de voz normal, tanto que alarmó al hombre, quien arrugó la nariz con un asco increíble en el cuerpo- Soy la princesa heredera al trono, y como superiora ante ti que soy, te ordeno inmediatamente que me conduzcas al exterior, tengo cuentas pendientes con mi padre.

- No creeré las palabras de una fulana que puede hablar con voz de hombre.

Álex gruñó audiblemente y después se bajó el torso del vestido revelando todo su pecho plano masculino, y como el torso del vestido solo fingía ser un pecho marcado con ropa interior, el hombre se mostró asqueado y después salió de la celda rápidamente, pero serio, cuando Álex iba a salir también, este le cerró la puerta en las narices.

- Si estás aquí es porque eres un enfermo repulsivo, una escoria que merece estar muerta, así que, "querida", te quedarás aquí, como debe ser.

- ¡Libérame inmediatamente! ¡Soy la princesa del reino! ¡Te lo ordeno! ¡Mi hermano me estará buscando y al encontrarte acabará contigo!

Pero todos sus gritos no obtuvieron respuesta, y solo volvió su vista hacia el hombre sentado en el suelo de tierra en la celda que tenía en frente, sus ojos, o al menos el visible, estaba abierto en estado de shock, y casi podría verlo destilar una lágrima que se deslizó por su mejilla, una reacción totalmente extraña la verdad, así que decidió apartar la mirada hacia el pasillo a ver si veía al guardia, pero este se había ido con todos los que estaban en las celdas menos la del que estaba en frente y la suya. Por lo que al final, dándose por aludida a que no la iban a sacar de allí, con frustración, acabó sentándose en la cama de paja, percándose de la figura que había en el rincón más oscuro de la celda, ahora levantándose y acercándose hacia ella. Álex adoptó de nuevo la postura defensiva, cerró los puños y frunció el ceño con amenaza. El contrario tomó sus manos, asustándose por la reacción, por lo que tomó distancia y amenazó con dar una patada o un puñetazo.

12.- Princess (Trans/LGBT+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora