12.- Princess (Trans/LGBT+)

Christian Brown, del reino Brown (8)

Hasta que se realizó el siguiente cambio de pareja, que por casualidades del destino le tocó con el príncipe Ryan con el cual algunas de las mujeres del mismo baile arrugaron la nariz cuando le tocó con ella por alguna razón en particular de que Ryan estaba soltero y todavía no había encontrando pretendienta, y muchas querían serlo, pero Álex no tenía interés en esas cosas, y cuando vio al príncipe esto solo lo hizo ponerse bastante pálido.

- Sé que sois vos, príncipe Álex...- y ya está, a partir de ahí ya no pudo concentrarse más en los pasos y se decayó en una vergüenza absoluta que lo obligó a bajar la cabeza como si fuese una disculpa, intentando esconder en el pecho y hombro del príncipe, y hubiera huido de no ser porque Ryan lo sujetó más fuerte de la cintura y lo guío de forma perfecta para que no tropezase, ni cometiera errores- Pude ver que estaba ansioso y tembloroso durante toda la noche... ¿A qué se debió su cambio de look para ser una princesa?

- Quise saber que siente, pero es más difícil de lo que parece.

- Interesantes palabras, desde luego... aunque en cierta parte me gustaría saber un poco más sobre eso...

- Me gusta la libertad que siente con un vestido puesto, nunca me atreví a salir de mis aposentos con uno puesto, y aproveché la libertad y la mente abierta de este reino para usarlo durante el baile. Desgraciadamente también para eludir mis obligaciones como príncipe heredero por un día.

- Me honra saber que consideras nuestro palacio un lugar seguro y una zona de confort. Entiendo perfectamente el miedo que puedas tener a que tú familia no te acepte... tienes un cabello hermoso y los vestidos se notan que están hechos para ti... tus ojos brillan enormemente a pesar del miedo que tienes a que sepan que sois un varón... Desde luego no podría lograr a comprender la magnitud de ansiedad a la que debes estar sometida ahora mismo...

- ... ¿S-sometida?

- Sois una dama en estos momentos, es mi obligación tratarte con respeto y educación a pesar de saber tu verdadera identidad. Aunque permítame preguntar... ¿No es lo que quieres?

- ¿Lo que quiero?

- Así es... ¿No deseas ser una princesa en realidad?

- Es un deseo imposible.

- ¿Por qué dices eso?- Ahora mismo Álex se mostró perplejo, por un momento se sintió como si fuese Keenan y el príncipe Ryan fuese él... Fue un pensamiento rápido, un pensamiento que apenas duró en su mente porque rápidamente tuvo que buscar algo con lo que contestar.

- ¿Cómo piensa usted que se lo tomaría mi familia?

- Tremendamente mal.- confesó inmediatamente.

- En efecto, por eso no puedo decirlo. No sé cómo logré que mi hermano me ayudara para este tonto deseo.

- No es un tonto deseo en absoluto, princesa.- le sonrió tranquilo- Yo seguiré tratándote cómo la princesa que eres ahora mismo, o como tú quieras que te trate, si tú quieres ser una mujer es mi deber como caballero comportarme contigo como lo haría con una mujer. Después de todo así fui criado, para tratar a las damas con respeto.

- Agradezco el detalle desde luego.- y aquella sonrisa que mostró fue tan real, tan feliz, tan eufórica, tan radiante...

- Espero que podamos seguir hablando después del baile...- Álex sonrió un poco y después se realizó un nuevo cambio de pareja.

Estaba relajado, calmado, no tenía tanto miedo como antes durante el viaje en la carroza o durante la celebración, hablar con Ryan le quitó el miedo a bailar, le quitó el miedo a ser descubierto, le quitó el miedo a que lo mirasen y la persona que tuvo de compañero aquella vez era un chico tembloroso que vacilaba de sus pasos, miraba los pies, dudaba de si mismo, casi como si hubiera sido obligado a salir a bailar.