Tengo una amiga muy loca. Muy diferente a mí.
Si habláramos de opuestos, ella seria definitivamente el opuesto máaaas alejado dentro de la línea de opuestos posibles.
Aun así, nos enseñamos cosas; ella me enseña a ser loca, a ser espontánea y a vivir la vida. Creo que eso es lo que más me gusta de esa relación.
Su espontaneidad. Su: haremos esto, y que pase lo que tenga que pasar.
Me atrae como polilla a la luz.
Yo, por mi parte, le enseño a reflexionar. Le recuerdo que el hecho de que busque a varios, es porque ninguno le satisface.
Le recuerdo que ella vale por mil hombres de mierda, que es lo que suele encontrar en sus relaciones.
Ella, impresionantemente, la más detonada de mis amigas, me hizo ver que no necesito millones de carretes detonados; que solo necesito un par, para el recuerdo, para pasarla bien. Que los carretes verdaderamente significativos son los que tenemos con un par de personas; tus personas.
Y que, de ellos, tienes una mejor versión de ti; la verdadera.
Un día yo le conté que era oscuridad.
Ella me miro, analizándome, y me dijo que no.
"Eres una persona con demasiada luz en su interior para ser oscuridad. Eso es lo que me gusta de ti. Hay luz, por mucho que te niegues a verla".
Gracias Bobi.
Aun cuando hace mucho dejamos de confiar plenamente una con la otra.
Aun con todos los errores que ambas hemos cometido.
Aun con las injusticias que nos hemos creído de la otra.
Siempre estarás ahí ¿verdad?
Yo sé que yo lo estaré.
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Si la vida fuera patas arriba
Non-FictionSi la vida fuera patas arriba es la historia de una vida solitaria y triste. ¿Autoayuda? ¿diario de vida? Eso puedes decidirlo tu. Después de todo, es la historia de una vida que perdió su brillo, pero que aún quiere aferrarse a la vida.