Sueños de un muerto en vida

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Como todo tiene más lógica si se empieza por el inicio, creo que lo más real que podría hacer por ustedes es revelarles el sueño que lo inició todo, pero, antes del sueño, creo que es necesario explicar el por qué un sueño es tan importante:

Para la mayoría de las personas, un sueño es solo eso: un sueño –valga la redundancia-, ya que las personas le tienden a dar explicaciones lógicas, como por ejemplo el típico "soñaste con esta persona porque te dormiste pensando el él o ella" o, "estuviste tan preocupada por la situación que terminaste teniendo sueños con relación a ello". Pero está el otro tipo de personas –mi favorito- que le gusta interpretarlos porque todo lo que sueñas tiene que ver con el inconsciente, el cual, muchas veces tiene cosas importantes para decirnos, pero tendemos a no escucharlo... como los consejos de una amiga.

Y existe este otro grupo, del cual me creo perteneciente; un grupo de personas que habla con los sueños.

¿Me explico?

En ellos, siempre pasan cosas que terminan pasando: nunca de una forma literal.

Son más una advertencia.

Siento que, cuando sueño, aunque en el momento no soy consciente de ello, tengo mucha interacción con todo lo que me rodea, y curiosamente, todo lo que me rodea nunca son cosas que haya visto o leído; son cosas que siento que están ahí, en un espacio físico real en el cual estoy presente en el sueño.

Muchas veces he buscado en Google los lugares a los que "voy" en mis sueños...

Muchos de ellos existen en la realidad.

Pero existe un lugar que se me repite una y otra vez; uno que no se si realmente existe en esta vida: no sabría cómo buscarlo.

Pero nótese que dije "en esta vida", porque es un tipo de sueño de esos que sientes que son completamente reales: sabes que ese lugar existe, porque tú misma has estado ahí.

Es más, sientes que perteneces a él... pero no sabes cómo volver a la hora de despertar.

Lo sé, "esta chica está loca"¿no?, pero es una sensación tan fuerte...que me es imposible no creer en ella.

Y, por consiguiente, me es imposible no querer volver.

En esos sueños me siento como el viento. Como parte de algo mucho más grande.

No hay nada que me impida realizar lo que quiero hacer.

No hay nada que me detenga.

Es una libertad tan infinita y placentera que te hace pensar en cómo diablos estás aguantando una vida con tantas limitaciones: con tantas reglas implícitas.

Esperan tanto de ti, que lo mejor que puedes hacer es hacerte bolita y fingir que no hay nadie en casa, pues esas ideas que tienes... esas ideas de volar como el viento... de fluir como el agua, no son lo que quieren de ti.

Se esperan algo más, ¿verdad? se esperan logros científicos o de literatura. Se espera que tengas una familia, o que estés acomodado.

Se espera un título, da lo mismo cual.

Se espera que crees, no que dejes llevar tu mente. Y, si dejas llevar tu mente, pues al menos se espera que hagas algo con eso.

Hacer, hacer, hacer...

Todo es cuestión de movimiento, y a la vez, la verdad es que no lo es.

Nada ocurre por sí solo. Ambas partes se necesitan.

No pueden esperar que alguien atrapado en su mente haga un esquema de todo lo que piensa. Ni que un científico trate de hacer entender a todos lo que le pasa por la cabeza cuando está al borde de un descubrimiento.

No. Se. Puede.

Sin embargo, todos lo esperan.

Yo tenia sueños más grandes que mi pasión por la lectura. 

Tenia sueños en los que creía pertenecer. En lo que sentía que debía estar.

Ya desde pequeña, y sin haber leído o visto Alicia en el país de las maravillas, me sentía como en una realidad que no era mía, pues mis sueños eran más reales que "esto".

Y peligrosamente, me di cuenta de que prefería caerme 100 veces en el hoyo que volverme a despertar.

Si la vida fuera patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora