Un pilar hace otro pilar

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En mi vida he tenido poca gente a la que pueda denominar "fundamental".

Siento que las personas se tienen que ganar el derecho a serlo para alguien, así como yo me tengo que ganar el derecho a ser fundamental en la vida de alguien más.

Tengo una mejor amiga. Una amiga con la que, impresionantemente, no tenemos nada en común. Bueno, nos gustan ciertas cosas, como Morat, los papeles lindos, los amigos leales y las conversaciones reales.

Pero chocamos tan continuamente, que la mayoría del tiempo la pasamos peleadas o enojadas en silencio.

Ni les cuento las peleas que hemos tenido a las 3 de la madrugada, ambas con alcohol en el cuerpo en una disco...

Puede llegar a llamarse una relación tóxica, porque, aunque me duela reconocerlo, lo más probable es que lo sea.

Ahora, ¿Por qué no podemos, simplemente, cortar por lo sano y no vernos más?

Ah, sí, porque es la más leal y fiel amiga que he tenido en toda mi vida.

Y, por muy mierda que yo pueda ser como amiga, sé que jamás de los jamases la traicionaría o haría algo para lastimarla a propósito.

No se me pasaría por la cabeza.

Así como se, que ella nunca me ha lastimado con querer.

Como diría un amigo nuestro, "como ella es fuego, y tu aire, como que se potencian.

Pero Benja, además de fuego, la Mery es Agua.

Donde ella es sentimiento, yo soy frialdad.

Aun así, es de esas amigas con las que puedes estar horas sin decir nada, o puedes no hablar con ella por mucho tiempo, pero cuando vuelven a hablar, es como si el tiempo no hubiera pasado: como si la distancia no existiera.

Es la persona que más me conoce en todo el mundo. Y debería asustarme.

Ese tipo de cosas suelen asustarme y no dejarme dormir por la noche por todas mis inseguridades...

Pero curiosamente "miedo"solo tengo cuando siento que la puedo perder.

Cuando siento que lo mejor que podría hacer ella es desprenderse de mí y olvidarse de mis dramas.

No es la persona que mejores consejos me da, porque son los típicos consejos que puede dar todo el mundo – lo siento Mery, es la verdad-. Y se lo he dicho.

Al principio eso la frustraba mucho, porque sentía que no sabía cómo ayudarme...hasta que un día, en una de esas tantas salidas, me fue a buscar en el auto de su papá, y antes de partir, me miro y me dijo: "¿sabes?, antes me frustraba demasiado cuando me contabas tus problemas, porque sentía que no podía ayudarte, porque tú "lo sabes todo" (eso es sarcasmo. Le fascina el sarcasmo a esa mujer), pero descubrí que lo mejor es solo escucharte: al final, eso es lo que buscas, ¿verdad?, simplemente que te escuché. Sin juzgar".

Admito que me dieron ganas de llorar en ese momento, o quizá si llore. No me acuerdo. Pero la cosa es que era verdad.

Yo no buscaba en ella alguien que me diera consejos: yo ya sabía lo que tenía que hacer para estar bien conmigo misma.

Lo que yo busco cuando estoy en ese nivel de desesperación en el que DEBO contarle algo de lo que me pasa a alguien antes de explotar, es que ese alguien me escuche.

Que trate de entenderme un poco. No que solo finja estar ahí, con el celular en la mano.

O que trate de hacerme entender a mi lo que pasa en mí cabeza, a través de mi misma...

Si la vida fuera patas arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora