!Ya no mas galletas! (Cookiecoln)

El día sigue siendo de M

Escuela primaria Royal Woods, las primeras horas de clase se gestan, podemos ver a las gemelas Loud, Lola se molestó bastante cuando apareció su hermana, haciendo saber lo que le espera cuando se vea con su hermano mayor, y tendrá que ir a su encuentro si quiere recuperar su gorra; Lana se siente desnuda sin su gorra, pero careció de importancia cuando recuerda a aquel chico, piensa que es alguien agradable, y esa forma de hablar como si fuera un caballero, no puede evitar compararlo con esos cuentos de princesas de su gemela, sin embargo, no se fiara hasta conocerlo mejor.

En un salón de quinto grado, todo parece indicar que la maestra no vendrá, cosa que les parece extraño de que llegue tarde.

—hola a todos— una señorita entra y llama la atención de los presentes.

—"Hola maestra Di Martino"— responden los estudiantes, siendo los varones quienes babean con solo verla; en eso chica Jordan levanta la mano.

—maestra Di Martino ¿que le pasó a la maestra Johnson?—

—se reporto enferma, al parecer le cayó mal algo que comió ayer, debieron ser esas hamburguesas, pero es la única afectada, que mala suerte ¿no creen?—

—si... je je...uff— la chica se alivia de que no le tocará a ella; voltea la mirada, así observa a sus compañeros, no puede creer lo rápido que los chicos pierden la cabeza, y así sería, si no fuera por el joven Spokes; las miradas de ambos se cruzan, el chico levanta el pulgar con una sonrisa, ella se sorprende de que se diera cuenta de su existencia y rápidamente le devuelve el gesto, estando contenta de recordar la hamburguesa de ayer.

Cookie observa la escena, está muy atenta, pero no vio ese misterio brillo en los ojos; hace memoria, pudo verlos en Cristina, Lincoln, y Rusty, pero no sabe si es la única que los puede ver, mas y mas preguntas llegan sin respuesta; la clase se retoma con normalidad, para Lincoln, este no presta atención, tiene a la maestra frente a el y le importa poco, sólo puede pensar en Lana, y tiene cerca esa gorra roja que huele muy mal, preocupado por ella; para los amigos del peliblanco, les resulta extraño poner atención a la clase, comprenden que la maestra es hermosa y su voz suena muy bien, pero ya no se siente igual.

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La campana del almuerzo resuena en el lugar, nos enfocamos en un par de amigas que hablan con buen humor.

—entonces tu hermano se te escapó mientras estabas de cupido, y no te veo molesta, Cristina—

—que te puedo decir, Kat, sabía que eso pasaría, el es un Price, estoy muy segura de que puede encontrar a su princesa sin mi ayuda, yo solo le doy apoyo moral—

—ya veo, y ¿por que está buscando novia?—

—bueno, en realidad quiere conocer a nuevas amistades, ya que no tiene a alguien especial con el que estar, creo que teme lo que puede pensar nuestro padre sobre sus conocidos—

—¿tu papá es muy estricto contigo y Wiston sobre eso, verdad?—

—si...— responde al bajar la mirada —pero te doy mi palabra Kat, esos días terminarán, voy a hacer frente a mi padre, y así también ayudaré a mi hermano—

—genial, cuenta con mi apoyo, Cristina—

—gracias, es lo que mas necesito— ambas amigas se dirigen a la cafetería mientras siguen su charla.

—Cristina, ayer me vi con mi primo—

—¿y que le dijiste?— cuestiona algo molesta.

—todo, no me guarde nada—

—bien y ¿cómo lo tomo?—

—no como crees—

—¿que dices?—