Dulce

Reencontrar

El lugar estaba frío, cada uno de sus músculos temblaban, poco a poco fue siendo más conciente del entorno que le rodeaba podía escuchar un completo silencio, apenas unos bajos sonidos de un vaso, posiblemente producto del choque de cubos de hielo rondando en el vaso, unos constantes golpeteos inquietos contra el suelo, poco a poco decidió armarse de valor y abrir lentamente sus ojos, estos no supusieron problema alguno con el ya que en la habitación había apenas una iluminación débil que de vez en cuando parpadeaba, su cabeza daba vueltas, era un dolor insoportable el que sentía, su vista aún estaba nublada y su cuerpo temblaba, parecía más sensible al ambiente, no parecía hacer específicamente frío el lugar, pero sentía unos escalofríos indescriptibles, su respiración era pausada e incluso le costaba respirar bien comenzando a dar bocanadas de aire, dirigió una de sus manos hacia su pecho, tomando con fuerza la tela de su camisa arrugando la, sorprendentemente no estaba atado de manos y pies, tampoco tenía cubierto ni los ojos ni la boca, intento levantarse pero de inmediato fallo, no solo por sus piernas temblorosas que parecían no poder ponerse de pie, si no porque, su pierna izquierda estaba encadenada en aquel rincón de la habitación, intento mover su pie para safarce, sin embargo esto fue en vano y lo único que se escuchó fue el choque de cadenas haciéndose eco en aquel lugar casi vacío.

-Veo que ya despertaste niño

Escucho a un costado suyo, cuando se dió cuenta, su vista ya estaba clavada en aquel chico peli negro de antes, sin embargo su cabeza estaba demasiado perturbada como para recordar exactamente dónde es que lo había visto, estaba tranquilamente sentado mientras lo miraba sin interés alguno, solo le observaba frío y con desdén.
Ay atención se centro de nuevo en si pie, moviendo lo frenéticamente en un intento fallido de liberarse, una y otra vez, de vez en cuando escuchaba algunas palabras sueltas de aquel sujeto pero, su atención no estaba en el y su vista se veía aún más borrosa y sus sentidos se veían aún más afectados sintiéndose incapaz de mover si quiera un músculo mientras más avanzaban los minutos, no entendía exactamente las burlas de aquel, no entendía nada, no recordaba nada, sus sentidos estaban nublados.

La puerta se abrió dejando ver una silueta borrosa acercándose a él a pasos lentos pero que de alguna manera, su ruido resonaba en toda la habitación, se posicionó frente a él, tomándole el rostro, sentía como sus manos temblaban al intentar las dirigir hacía aquel sujeto en un intento de apartarlo.

-Se te paso la mano con la droga Dabi

- Tu me dijiste que usará lo suficiente para tranquilizarlo

-Te dije tranquilizarlo, no dejarlo así de aturdido, ni siquiera puede sostenerse

- Deberías agraadecerme en vez de estarte quejando, conseguiste al niño y está indefenso

El peli blanco rodó los ojos en un gesto de hartasgo y re dirigió su atención al chico que tenía en frente, sus hormonas estaban disiparadas por doquier llenando el cuarto de su aroma haciéndole sentir una extraña ola de placer en todo su cuerpo.

- Ka... Kacchan...

Balbuceo Izuku acercándose más a Shigaraki, dejandose caer en sus brazos mientras sentía como su cuerpo temblaba cada vez más.

- ¿Quién carajos es Kacchan?

- Kacchan yo... Perdóname, yo no quería dejarte solo... Quiero estar contigo

- Tsk, calla a este estúpido, lo que le diste lo está haciendo alucinar

En cuánto Shigaraki quiso levantarse e irse de ese lugar unas manos le tomaron abrazándolo por el torso, tomándole con fuerza impidiéndole seguir, cabreado volver a ver la mata de cabello verdosa que estaba restregando se en su pecho.