Dulce

Perder

Dedicado a: _Chokokeki_

La tenue luz que comenzaba a colarse a través de las cortinas que cubrían con delicadez la ventana de su habitación golpeaban suavemente su rostro, Izuku arrugó su rostro volviéndose a cubrir con la sabana la cabeza soltando un quejido mientras seguía durmiendo.

Se acurrucó aún más con su almohada abrazandola renegando a abrir los ojos aún.

Un sonido lleno sus oídos haciendo que arrugará aún más el entrecejo, pisadas en todo el lugar hacian que para el peliverde le fuera imposible volverse a concentrar para seguir durmiendo.

Solto un quejido descubriendo su cabeza, estiro sus brazos soltando bostezos perezosos mientras que una de sus manos restregaba sus ojos antes de hacerlos abrir lentamente.

- Vaya, hasta que por fin te despiertas Deku

Sus esmeraldas se abrieron de par en par en un segundo levantandose de golpe sentándose en la cama.

Ahí mismo estaba Katsuki como si nada acomodándose el uniforme de Shiketsu.

Le tomó un par de segundos incorporarse y recordar porque era que el cenizo estaba ahí en su casa, en su cuarto.

Al haberse hecho tarde demasiado rápido mientras ellos hablaban del asunto de sus amigos su madre rechazó la idea de dejar ir al cenizo tan tarde a su casa por lo que les pidio que se quedará, llamaron a sus padres informando de la repentina decisión que se habia tomado (o a la que se vieron oblicados a elegir).

Fue obvia la reacción que los Bakugo tomarían accediendo sin chistar. Y era algo que se esoeraba tratándose de Izuku.

Tuvieron que poner un futon en el suelo de su habitación para que ambos pudieran dormir comoda y plácidamente. Por obvias razones el peliverde quiso dejarle su cama para que durmiera mas cómodo.
Después de una guerra de almohadas donde Katsuki le decia a Izuku y viceversa que el otro debia dormir en la cama, iniciaron hablando calmados sobre quien dormiria donde, despues de que el cenizo se le adelantará y terminara por tirarse al futón del piso se dio por terminada su guerra y al peliverde no le quedo más que resignarse y dormir dn su cama, no sin antes haberle dado un beso de buenas noches en la frente.

Acto que terminó por avergonzarlos a  ambos, con el rostro completamente teñido por un rojo carmesí y el corazón latiendo al mil por hora termimaron por caer en brazos de morfeo.

Ahora, viéndolo ahi, con ese aspecto mañanero, tan desalineado, con la mirada tan perdida mientras restregaba el torso de su mano contra sus ojos y mirando hacia todos lados como si no conociese su propia habitación, Katsuki terminó por converse de que, su Deku era la persona mas hermosa que podía existir en el mundo. Verlo de esa manera tan natural le hacia sumamente adorable.
Solo bastaba con con mirarlo para convemcerse de eso.

Su sedoso cabello verde totalmente despeinado con varios mechones hacia arriba y unos cuantos cayendo con sutileza su frente, sus parpados caidos somnolientos mientras sus orbes esmeraldas le miraban con curiosidad, sus mejillas sonrosadas y regordetas, sus labios fruncidos mientras un tierno rastro de saliva adornaba la comisura de esos labios rosados... Eso junto a los rayos del sol que se colaban por la ventana dándole de espaldas y haciendo que este tuviera un aspecto angelical...

El calor repentino que sintió de un momento a otro le hizo sentirse abochornado. Sus mejillas ardian y su corazón empezó a latir con fuerza, cubrio su rostro con una de sus manos y la otra la coloco sin delicadeza alguna en el rostro empujandole hacia atras.

- ¡Ve... Vete a dar un baño! O se te hara tarde nerd

- ¿Ta-Tarde? ¿Ah? ¿De qué hablas

- Si no te alistas en diez minutos llegaremos tarde a clases genio