Mejorar

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El sol brillaba resplandeciente dando inicio a otro día.

Era una mañana colorida. En una calle se encontraba el cenizo, respirando agitadamente.
Apenas le había dado tiempo de hacer su rutina de ejercicio, ir a darse un baño y llegar a ese punto a tiempo.

Y en esos momentos estaba que se lo llevaba la chingada, se había apresurado demasiado y el chico aún no daba señales de vida, si no se apresuraba tendría que irse sólo.

Escucho pasos acercarse, giro su cabeza y ahí estaba corriendo hacia donde estaba, con el cabello hecho un desastre, su camisa desabotonada y la corbata en la mano.

- ¡Kacchan! ¡Lo siento! Te hice esperar

- ¿Qué demonios te pasó Deku?

- No me di cuenta y me tarde de más en salir a correr en la mañana, apenas y tuve tiempo de darme un baño

- Vienes hecho un desastre

Se acercó hasta quedar frente al chico, sus manos se dirigieron a los botones sin abrochar de la camisa y comenzó a hacerlo, también tuvo que acomodar el cuello de la prenda. Enserió parecía que se había acomodado con los pies.

Después de ello pasó la corbata acomodando la perfectamente. No como siempre solía atarla Izuku.

- Listo

- Kacchan si tu sabes atar las corbatas ¿por qué nunca te ponías la tuya?

- No me gustaba y me veía ridículo, siguiente pregunta

Paso a hacerle dejar sus cosas en el suelo en lo que le acomodaba el saco, ni siquiera se había tomado la molestia de cerrerlo.
Ahora había dirigido las manos hacia su cabellera, pasando sus manos por las hebras verdes intentando acomodar en la mayor parte los rizos rebeldes que se mantenían reacios a peinarse.

Algo que siempre le gustó del chico era su cabello, sus rizos eran las cosas más suaves que había tocado además de desprender un delicioso aroma.

Se concentro y se alejó viendo que ya estaba mucho mejor arreglado de como lo encontró.

- Listo ahora vamonos que se nos hace tarde

- Si

Tomo de nuevo su mochila ajustando las cintillos y comenzando a caminar junto al cenizo.

Katsuki se mantenía dudoso hacia lo que debía hacer. Quería comenzar a dar un paso más con el peliverde, que comenzará a mirarlo como algo más.
Pero tampoco quería molestarlo o agobiar lo.

Quiso lanzarse a besarlo o tomar su mano. Pero se contuvo.

No quería causarle algún tipo de ataque al pobre chico. Simplemente se limitaron a caminar en silencio. No era un silencio incómodo, era uno reconfortante.

Aveces su mirada se desviaba a la figura del chico a su lado e intentaba descifrar las expresiones que tenía, preguntándose que era lo que podría estar cruzándose por su cabeza. Pero no logró nada.

Pronto llegarían al punto donde sus caminos se separaban, no quería. Pero tampoco iba a aceptar la propuesta del peliverde de llevarlo hasta Shiketsu y regresar a U.A, además que se tardaría demasiado podría correr el riesgo de llegar tarde y no lo permitiría.

Alzo la mirada divisando a lo lejos una silueta de un chico de hebras bicolor.

Eso encendió su instinto salvaje y salió corriendo hacia este.

- ¿Kacchan?

Llamó confundido al ver como comenzaba a apresurar el pasó, cuando vio hacia enfrente y vio a su mejor amigo Todoroki entendió todo perfectamente.

Dulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora