Lost in the fire

259 11 4
                                    

La interpretación de susurro o chuchotage consiste en traducir al oído y en voz baja el discurso que se está produciendo, sin interrupciones, con discreción. Para lograrlo, el intérprete se ubica a un costado o detrás del cliente y después de unos segundos comienza a emitir el discurso que escucha.

Llevar a cabo esta técnica es especialmente difícil y engorroso en situaciones donde no conoces del todo a tu cliente o no hay suficiente confianza entre ambos. Supongo que no debí seguirle el juego a Abel, pero quería parecer profesional y demostrarle que podía hacerlo. Además, me cuesta decir(le) que no.

Las primeras reuniones fueron caóticas. A las 10 de la mañana y con menos de cinco horas de sueño, me reuní con Sal, la publicista de Abel, Herr Schulz y su colaborador. Herr Schulz era el coordinador del proyecto en Alemania y nos acompañaría durante nuestra estadía en el país. Afortunadamente, poco después de presentarnos y dirigirnos a la sala de reuniones, nos avisaron que ellos contaban con otro intérprete, que trabajaría para ellos en la combinación inglés-alemán. Por lo tanto, me ubiqué rápidamente detrás Sal y la mujer de cabello claro, para que ambos me escucharan. A las 10:30 a.m en punto comenzó la reunión que duró aproximadamente una hora y media entre breves exposiciones, conversaciones y acuerdos .

Es desgastante susurrar de forma continua y estar full concentrado en lo que dice la otra parte durante mucho tiempo. Sentía que mi cabeza explotaría después de eso. Tal vez si hubiese dormido un poco más, lo hubiese hecho mejor. Sin embargo, me sentía contenta con los resultados. Los errores fueron mínimos y siempre supe salir del paso.

Recuerdo que cuando mi compañero y yo bebíamos agua en el pasillo, vi que Abel y Lamar llegaban al recinto para sacarse algunas fotos y chequear todo antes de la presentación del día 3 en la capital germana. El rostro de Franz, el intérprete, fue menos evidente que el de otras personas cuando ven caminar a The Weeknd en dirección a ellos.

Entschuldigen Sie, bitte (Disculpe...), dije luego de presentarlos a ambos.

—Everything's right?, preguntó Abel.

—Sí, hace 15 min terminamos una de las reuniones y con Franz.. estábamos conversando y oxigenando un poco más nuestro cerebro antes de continuar.

—Me dijeron que estuviste estupenda allá dentro, expresó el moreno mientras cruzaba el brazo y se frotaba la barbilla con la mano derecha.

—Bueno, solo hago mi trabajo, contesté encogiendo los hombros.

—Hey, look... uuhmm...con los chicos queremos salir en la noche y pensábamos que tú podías acompañarnos. Podrías sugerir un lugar donde pasar un buen rato... ¿qué dices?

—Supongo que, sí. Terminaremos antes de las cinco, así que todos tendremos tiempo para descansar y estar cómodos en la noche, respondí ocultando mis nervios y cansancio como ya sabía hacerlo.

—Genial. Le diré a los chicos que nos acompañarás, dijo Abel sonriendo ampliamente. Oye, y ¡sigue así!, dijo frotando su mano en mi hombro antes de irse.

Madre santa, ¿el Weeknd tocó mi hombro?, pensé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Madre santa, ¿el Weeknd tocó mi hombro?, pensé.

Inevitablemente, una sonrisa se escapó de mis labios, pero me contuve para no tocar la zona donde él había puesto su mano. Sentía que después de eso, podía con cualquier reunión, en cualquier idioma y con cualquier duración. Sentir que mi relación con Abel mejoraba y llegaba a ese punto después de haber tenido un comienzo difícil hace casi dos meses era la energía que necesitaba para disipar el cansancio y las dudas.

El resto de la jornada transcurrió sin ningún percance. Sal se dio el tiempo para conversar sobre otros temas y recordar anécdotas que avergonzaban a algunos chicos de XO clan.

—Abel me mandó un mensaje diciendo que nos acompañarás esta noche... ¿es verdad eso?, preguntó curioso con un tonito que insinuaba algo más.

—Así es. Hay un par de lugares entretenidos que no tendrán problemas en reservarnos un VIP, respondí obviando la indirecta que reflejaba el tono de su voz.

—Wow, no sabía que lo de ustedes estaba tan bien... y tan resuelto.

Ahí va de nuevo el mismo tonito

—Si por "lo de ustedes" te refieres a la relación profesional entre él y yo, que en un principio se vio mermada por un impasse que ya se solucionó... sí, "lo de nosotros" está bien.

Ambos reímos.

—Como sea, me alegra que nos puedas acompañar en esta jungla. Alemania y su gente siguen siendo un rompecabezas para mí.

—No te preocupes, Sal. Ayudaré en lo que sea necesario, le dije reafirmando mi compromiso profesional.

Una vez que llegué al hotel y me di una ducha, comencé a hacer llamadas para ver dónde podríamos ir esa noche. Tenía opciones como House of Weekend en la Alexanderstraße o algunas dentro del extenso barrio de Kreuzberg. Finalmente, eran las 21:40 y a mi móvil entró una llamada desde un número desconocido. Era Abel (otra vez). Llamaba para coordinar la salida y llegada al lugar. Su voz al teléfono era incluso más cautivante que escucharlo hablar en persona, frente a ti. Tal vez es un gusto adquirido después de escuchar a muchas personas hablar a través del auricular.  


Continuará

BAbel (The Weeknd fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora