We cut the night

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                ¿Qué debería usar? Si una fiesta sirve para relajarse, ¿por qué estoy tan estresada ahora?

—Fuck it!, dije en voz alta frente al espejo. Busqué una vieja camiseta gris de Led Zeppelin, jeans oscuros y chaqueta negra de cuero. Rápidamente acomodé la camiseta dentro del pantalón para que la tenida se viera más estilizada. Me gusta. ¿Qué le hace falta? Un cinturón. Elegí el que más me gustaba y combinaba. Un poco de crema para peinar y listo. No hay nadie a quién impresionar. Mentira. "Todo saldrá bien", le dije a mi reflejo en el espejo. Mentira.

Revisé por última vez el teléfono antes de dejarlo en casa, ya que no podía llevarlo a una "XO fiesta", por lo menos hasta que demostrara que no era una demente. Noelia y Robert estaban a cinco minutos de mi departamento, sólo ellos sabían dónde iríamos exactamente y cuánto nos iba a tomar llegar hasta allá. Estaba a punto de salir, pero antes saqué el gran parche que habían puesto en el antebrazo, porque me molestaba.

—¿Estás lista?, preguntó Noe cuando me vio.

—Vamos!, respondí tomando una pequeña mochila.

El camino a la mansión de Cash se hizo corto. Noelia y Robert son muy divertidos, ambos están a cargo de la administración y reserva de estudios en XO. Son personas normales con problemas normales. Cada vez que estoy con ellos, pienso en lo afortunada que he sido al encontrarlos.

Después de acomodar nuestras cosas en la habitación dispuesta como un "walking closet", nos dirigimos hacia la sala donde había por lo menos 25 personas. A penas eran las 21:10 y el ambiente era de verdadera fiesta. Sólo en esa habitación, el aire ya parecía un tanto sofocante, mezcla de humo del tabaco, perfume y alcohol. Después de dar algunos pasos, mientras seguía a mis compañeros, logro divisar la mesa del Dj que mezclaba algunos temas vitages con rap y tecno. Un mini bar cerca de la piscina iluminada con luces de neón verde y azul.

Fuckin' Weeknd is here

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Fuckin' Weeknd is here.

Mentiría si dijera que no traté de buscarte con la mirada cuando llegamos, con disimulo, en cada grupo mientras avanzábamos. Entre los que reían de forma estridente por el comentario de uno de ellos. Entre quienes jugaban villar a un costado de la habitación. Entre quienes conversaban distendidamente en el sillón de la habitación. Entre quienes fumaban marihuana a un costado del mini bar...

Fuckin' Weeknd is not.

El hecho de no encontrarnos los primeros 20 minutos me dio una falsa sensación de alivio. Porque ya en el patio, donde había más aire y también más gente, no me sentía acorralada. La primera hora pasó relativamente rápido, donde gente iba y venía. Reconocí algunos rostros de la empresa y quienes, tal vez, eran sus parejas o acompañantes. Todas las personas con las que hablé esa noche parecían estar más preocupados porque no estaba bebiendo alcohol que por el parche en mi brazo. Un muchacho agradable se acercó hasta donde estábamos mis colegas, dos chicas muy altas y hermosas y Travis, el chico moreno que había llegado con ellas. Su nombre era Ziad. Me invitó a sentarme y a conversar con sus homies sobre música, experiencias de vida y la vida en L.A.

—You're funny, girl. I think you should have my number, dijo después de darle una probada a lo que estaba bebiendo.

—No traje mi teléfono. Creo que aún no soy digna de llevarlo conmigo en este tipo de eventos, respondí bromeando.

—Dame tu brazo, dijo mientras sacaba un marcador negro que estaba sobre la mesa. Sabía lo que iba a hacer y, pese a que en otro contexto me hubiese negado a que un desconocido anotara su número de teléfono en mi brazo, esta vez me pareció divertido y accedí. Con la mano derecha sujetaba el vaso con jugo de naranja, así que le ofrecí el antebrazo izquierdo. Tal vez producto de su estado, no se percató del parche que había más arriba... o simplemente lo ignoró.

—¡Hey, Katherine!, reconocí de inmediato la voz del big boss. Era Sal, quien se acercaba hasta donde estaban los muchachos, otras chicas y yo. De inmediato me puse de pie para saludarlo. A él y Lamar.

Fuckin' Weeknd has gone or died.

—¿Cómo estás? ¿Te estás divirtiendo?

—Sí, muchísimo. Estos chicos son geniales.

—Me alegro mucho, darling. 

El buen humor de Sal era evidente y contagioso,  se hizo espacio para saludar a las personas que estaban cerca del lugar como un rockstar.

—Hey, girl. What's popping?, preguntó Lamar.

—Todo bien. Me he divertido bastante.

—Genial... Tengo algo que decirte.

SHIT.

—Abel quiere hablar contigo... a solas. Me pidió que te dijera que te estará esperando en la cancha de básquetbol que está allá.


TO BE CONTINUED... 

BAbel (The Weeknd fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora