Capítulo 11

6.4K 779 214
                                    

-Ya que estás aquí, necesito hablar contigo, Harry-, dijo Voldemort, sorprendiendo a Harry. Volviendo sus ojos escarlata hacia donde Sirius seguía arrodillado, siseó: -A solas-.

Sirius se levantó con elegancia y salió de la habitación. Harry pudo sentir su presencia al otro lado de las puertas, estaba esperando que sus asuntos concluyeran para poder regresar al colegio. Sonrió para sí mismo, nunca se podía subestimar la devoción de Sirius por él, ni su instinto protector. Era algo que iba en ambos sentidos, por supuesto, y por eso Harry había tomado el Crucio por Sirius.

Se preguntó si estaba a punto de ser castigado por ello. Había interrumpido el castigo del hombre sobre Sirius y se había atrevido a replicar con bastante audacia ante la ira del hombre. El hombre señaló una silla que estaba frente a la suya y dijo: -Siéntate-.

Sorprendido, Harry se levantó y tomó la silla ofrecida, consciente de que rechazarla sería considerado un insulto. No a muchos se les ofrecía la oportunidad de sentarse como iguales al Señor Oscuro. No es que él se considerara igual al hombre, ni mucho menos. Tenía tres veces la edad de Harry y llevaba casi el mismo tiempo acumulando conocimientos sobre la magia.

-¿Has pensado alguna vez en la razón por la que sobreviviste a mi ataque a tu residencia aquella noche de Samhain, Harry?-.

Sorprendido por el tema y la pregunta, Harry se tomó un largo momento para considerar cómo formular su respuesta.

-En realidad no, mi Señor. Había pensado que tal vez era algo que había hecho mi madre, o incluso la pura circunstancia-.

Voldemort tarareó en voz baja, un sonido muy humano. Fijando sus ojos escarlata en los de siempre, dijo: -En lo más profundo de las entrañas del Ministerio de Magia hay un lugar conocido como el Departamento de Misterios. Los individuos que trabajan allí se llaman Inefables. Es muy secreto, la mayoría de las investigaciones que realizan serían denunciadas por el Ministro si alguna vez salieran a la luz del público-.

Harry frunció el ceño. -Un lugar así es peligroso entonces, si el Ministerio los ignora. Si se les da demasiada rienda suelta, los investigadores harán mucho en nombre del "progreso"-.

-Es uno de mis objetivos eventuales, tomar el control del Ministerio y reformarlo. El Departamento de Misterios se llevará unos cuantos sustos desagradables cuando eso ocurra-.

Harry resistió un resoplido de diversión. Se lo podía imaginar.

-Y lo que es más importante-, los ojos ardientes de Voldemort daban a entender que conocía la respuesta de Harry y que la toleraba. -Hay una sección entera del departamento dedicada nada más que al Destino, en forma de profecías. Todas las profecías verdaderas dadas por un vidente se registran y se guardan en el Ministerio. Las que se cumplen se vuelven oscuras y humeantes, las que aún están en juego se asemejan a un simple orbe de cristal lleno de humo blanco-.

Harry permaneció callado y paciente, intuyendo que lo que Voldemort quería decir estaba cerca.

-Una de esas profecías fue dada por un fraude empapado de jerez llamado Sybil Trelawney, la bisnieta de una famosa vidente llamada Cassandra Trelawney. Enseña Adivinación en Hogwarts, contratada por Dumbledore por su propia seguridad después de haber dado esta profecía verdadera, la única suya, en una entrevista-.

Voldemort sacó un enorme cuenco poco profundo de obsidiana maciza, tallado en todo el borde exterior con pequeños conjuntos de Runas. Estaba llena de un fluido blanco plateado brillante que parecía un espejo. Voldemort sacó de la manga su varita blanca como el hueso y agitó suavemente el contenido.

De la palangana surgió una voz ronca y de una calidad espeluznante que puso los pelos del cuello de Harry en punta.

-Se acerca el que derrotaría al Señor Oscuro. Nació al morir el séptimo mes de unos padres que lo desafiaron tres veces. Será marcado como igual al Señor Tenebroso, aunque tendrá un poder que el Señor Tenebroso desconoce. El que derrotaría al Señor Tenebroso se acerca...-

SHATTER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora