Mandy.
El huracán Mandy trae consigo fuertes vientos y lluvia violenta.
Le aconsejamos que se queden en casa y no salgan hasta que las autoridades didacten que es seguro estar afuera.
Compren suministros y manténgase en sus refugios, en caso de que no tengan uno vayan cuanto antes al del pueblo.
Mandy ha llegado a categoría cuatro; se deduce que en media hora impactará contra Foscor, estén preparados.
Mi madre apaga la tele y recorre la sala preocupada, estamos mi tío Isaac y su esposa Isabelle, sus dos hijos (Kam y Cory), mi otro tío Alarik, mis abuelos, mi hermana mayor Mayxi, mi papá, mi mamá, y luego yo, con mi gatito en las piernas y audífonos puestos en un volumen bajo.
—Hay que ir bajando lo que falta—. Demanda mi madre y todos se esparcen por la casa.
Yo voy a mi cuarto y guardo por último en mi mochila el cargador portátil y un abrigo. Bajo a ver si necesitan mi ayuda pero no.
Ya con la familia en el sótano, cabe destacar que parece otra casa, me acomodo en mi parte de la cama -el sótano cuenta con habitaciones pero es mejor quedarse juntos y por eso dormiremos en la sala-, y me arropo hasta el pecho porque hace un frío horrible.
Mientras el tiempo pasa me quedo con Mishu -sí, así se llama el gato- acariciándolo y esperando a que el huracán pase rápido y las noticias dejen de pasar.
Me pongo mis audífonos y cierro los ojos dejándome llevar por la melodía que suena.
***
—Cariño— mi abuela me sacude suavemente del hombro—. Cariño, ya está aquí.
—¿Quién está aquí?— pregunto entre sueños y dándole la espalda. Escucho su suave risa.
—El huracán niña, ya llegó.
Por arte de magia el sueño se me va y me siento de forma apresurada en el mueble.
Veo que todos están reunidos viendo las últimas noticias que se proyectaran.
Ya está aquí, lo único que podemos decirles es que no salgan y obedezcan a la ley.
Entre violentos vientos y llovizna la trasmisión se corta.
Y esperamos a Mandy.
***
Los fuertes vientos hacen acto de presencia y el pueblo es su escenario.
Escucho el caos que está causando el huracán afuera y mi corazón martilla fuerte, le tengo un poco de miedo a lo que puede causar lo que escucho.
Yo... Yo siento que algo está mal, que la tormenta es, no sé, ¿distinta?, Mi mente es un revoltijo, pero tengo algo seguro, eso no es normal, la fuerza de la brisa, el ruido que hace, el impacto de las cosas que suenan fuera, el sonido que trae consigo la tormenta, es extraño todo, muy extraño.
Estoy inquieta, no puedo quedarme en una posición fija.
—Estáte tranquila niña, por Dios— mi abuelo me regaña.
Sonrío exageradamente y me pongo los auriculares.
El huracán ya lleva casi cuatro horas, según mis cálculos -Google- el ojo no tardará nada en llegar, podremos salir por menos de una hora y regresar para esperar la peor parte.
***
La brisa cesó, los fuertes sonidos pararon y la calma llegó. Mi familia y yo salimos del sótano y de la casa en general.
Describir como estaba todo era difícil, árboles gigantes en las calles, casas destruidas por completo, ramas y más ramas, todo húmedo y el agua corría por las calles como una riachuelo, el lago se desbordó.
Y falta la peor parte, aún falta el ojo... Aún falta mucho.
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Algo En El Bosque Te Observa
FantasyUn huracán destruyó el pueblo. Un huracán causó mal y dolor en las personas. Un huracán desató caos en Foscor. Un huracán liberó a la bestia... Y tiene hambre.