Capítulo XVIII.

2 0 0
                                    

Calma.

Lo miro espantada—Tu... No, es imposible, ¡yo te vi morir!

—Yo también te vi morir— se ríe.

—No eres Jack.

—¿Que no me ves?— se balancea como un niño pequeño.

—Si, pero...

Me frustro, me enojo y me duele, me duele todo, no saber que está pasando, la confusión es lo más horrible que puede haber.

—Mira—se arregla el cabello como si tuviera un espejo enfrente— Eres muy lenta para algunas cosas, niña, Jack está muerto, ¿okey?, solo uso su cuerpo, se siente bien ser joven de nuevo. Ahora que ya sabes el gran rompecabezas, ¿me dices dónde está el Campo Rojo?

Lo miro confundida— ¿Campo Rojo?

—Si, ya sabes, donde la luna roja se detiene y blablabla

—No estoy entendiendo nada.

Resopla frustrado— Nunca entiendes nada. La Luna Roja tiene un punto en donde se detiene, ese es el Campo Rojo, ahí traeré a mi padre a la vida, que está dentro de ti.

—¿Por qué me cuentas todo esto?

—Porque preguntaste, ¿no es obvio?

—Si, pero es como contarle tu plan de robo a la policía.

—Uno, no es un robo es una invocación, dos, no eres un policía y yo mucho menos un ladrón, tercero... Bueno, no hay tercero, solo cállate y llévame al lugar, la Luna Roja es en dos días. —mi cumpleaños.

—No sé dónde queda —Dios, esto no es normal, estoy hablando con la cosa que me quiso matar.

—Si lo sabes, recuerda Adelainë.

—Que no lo sé.

Se acerca y sus ojos empiezan a cambiar de color, vuelven a ser rojos con puntos negros.— Recuerda— mi cabeza se inclina de un lado y pestañeo.

Estoy en una habitación que se me hace muy conocida.

—¡Mamá, rompí fuente!—

¿Esa es la voz de... Mamá?

—Respira, aguanta cariño.— la abuela entra corriendo a una habitación y la acaricia.

Llega papá apurado y respirando con dificultad.— Todo está listo, vamos Alina.

Entre todos la ayudan a bajar y montar en la camioneta.—El camino está malo por la lluvia de ayer, tenemos que ir por otro— dice el abuelo.

—Por el campo— sugiere Mayxi.

¡AHHHHH!

El abuelo acelera y todos intentan ayudar a mi madre. Entrando a un gran claro rodeado de pinos enormes mamá grita y todos miran espantados como un bebé sale de entre sus piernas; el abuelo frena a petición de Isa y la camioneta queda en el medio del claro.

El grito de un bebé se escucha y todos sonríen, mamá la sostiene con una sonrisa, soy yo.

Alarik voltea lentamente hacia adelante, abre la puerta y sale mirando el cielo. La luna está más grande, está enorme y roja, brilla entre el cielo negro, no hay ni un rastro de las estrellas.

—No, no, no— se dice así mismo mientras mira de la camioneta al cielo con terror.—¡Tenemos que salir de aquí!— grita — ¡Papá, sacamos de aquí!

Alarik, ¿qué sucede?— Pregunta Isacc.

—Estamos en el campo, l-la luna, Dios, ¡estamos en el Campo Rojo y Adelainë acaba de nacer!, ¡tenemos los minutos contados para salir de aquí!

Todos se miran con horror entre ellos, el abuelo da la vuelta y acelera hacia la cabaña de nuevo.

La camioneta empieza a temblar, el suelo se quiebra y las aves salen volando de entre los árboles— ¡Más rápido!— grita la abuela.

—No, mi niña— mamá me abraza entre las mantas.

Entran a la cabaña y cierran todo.

—Es tarde— dice Alarik— Es tarde.

—No tiene sentido, aún faltaban 17 años para la luna.

—Algo falló, el no salió pero si hubo Luna, pudo haber sido un error.

—Creeré eso— respondió papá.

Volví en mi y Jake/ Skaurs me mira impaciente.

—Ya recordaste ¿no?

Asiento autónoma—Es aquí—miro a mi alrededor— Este es el Campo Rojo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Algo En El Bosque Te ObservaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora