†Capitulo 14.† Una noche inesperada.

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Bueno, todo comenzó con un día normal, lo único raro esque un chico tan caballeroso y bien organizado duerma hasta las doce y media. Pero bueno, prosigo, era un día de lo más normal, ya eran las siete de la tarde, estabamos los dos sentados en el sillón chateando por whattsap presentandole a mis amigos cuando recibió una llamada un tanto importante. Se dirigió a mi algo descontento, aunque su cara cambió tras nuestra conversación.
-Luna, losiento, esta noche me ha surgido una reunión de la empresa de mi padre, es un tipo de cena asique no podré ver la película esa que ibamos a ver esta noche.-
-No importa, lo entiendo, es importante.-
-Aun que bueno, podrías ser mi acompañante, y tal..-
-¡Claro!- Esbocé una sonrisilla tonta y fui corriendo a ducharme y prepararme.
-¡A las ocho y media llamo a tu cuarto a por tí reina!- Dijo el alzando la voz mientras subía yo por las escaleras en forma de caracol a mi cuarto.
Me duché lavando mi melena naranjiza, me sequé y me empecé a vestir con un vestido corto color azul el cual por encima llevaba encaje negro, unos zapatos color crema un poco oscuro a juego y un bolso negro, me maquillé, me heche un poco de base maquilladora para no verme tan pálida, me heche rimel y me heche sombra color ceniza resaltando mis ojos, para terminar, me pinté los labios de un color coral. Iba perfecta para la ocasión.
Estaba lista antes de la hora, asique bajé al salón donde estába Scott , se quedo medio embobado y me invito a darme media vuelta para verme mejor, lo hice, me di media vuelta girando sobre mi misma.
-Wow Luna.. estás preciosa.-
-Gracias, tú también.- Sonreí dulcemente.
Me hizo un gesto indicando que le cogiera del brazo y salimos de su casa, fuimos al garaje y me abrió la puerta de su coche, era un Lamborghini negro. Después de montar yo montó él, llegamos a un restaurante, por su exterior y claramente la decoración sería de 5 estrellas, bajamos del coche y entramos al restaurante, mi melena se movía de arriba a bajo cuando caminaba por mis tirabuzones naturales, era una monada. Llegamos a una mesa donde me presentó a dos señores y una chica, los señores eran ya por lo menos treintañeros y la chica llamada Mandy rondaría la edad de Scott, empezaron ha hablar de negocios y de todo lo que hablaron solo me enteré de que Mandy era hija de uno de los representantes de allí, del señor Thom. Bién, a lo tonto me enteré de algo que no me hizo ni pizca de gracia, la tal Mandy estubo liada con Scott, y bueno ella sigue atacandole a él y como ve que no puede intenta echarle de su puesto en el cuál trabajará en dos años y será su encargo.
Yo seguía al margen de todo esto, cenamos y ellos seguían hablando del maltido negocio, Scott estaba algo alterado ya que los dos representantes y Mandy cancelaban su petición de esperar no dos, sino tres años para que Scott pudiese sacarse la carrera que el quería.
-Bueno Scott, nosotros dos nos vamos, pasa buena velada con mi hija Mandy y la joven Luna. Buenas noches.- Dijo Thom y se fueron.
-Oh querido Scott, ya sabes lo que tienes que hacer, tu y yo en tu casa una noche y dejaré que puedas tener tus tres años.- Dijo Mandy con tono burlante y desafiante.
-¡Nunca! Prefiero estar en dos años a acostarme contigo.- Cogió sus cosas de golpe y salió disparado de allí, yo agarré mi bolso y salí junto él, fuí a cruzar la carretera para llegar junto él cuando derrepente un coche me arrolló en la calzada, estába mareada y dolorida, me veía a mi misma tumbada en la carretera, estaba sangrando,el vestido roto y manchado de sangre. Y la última imagen que ví fue a Scott viniendo a por mí.

†Memorias de una rosa marchita.†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora