El aire invadió de pronto los pulmones del capitán. Una tenue tormenta le daba una cuna perfecta para descansar, sus hombres le estaban rodeando con miradas preocupadas a su alrededor, lo peor es que le dolía la cabeza a morir.
Por unos segundos no sabía qué había pasado.
ー¡Capitán! ー
Su fiel y efusivo Maestre se arrojó sobre él robándole un quejido de dolor, el agua había sido cruel con su cuerpo, incluso si ahora habían prendido hasta la chimenea su piel seguía congelada.
ー¡Quítate carajo! ー
Reclamó al empujarlo. El silencio rápidamente reinó en la habitación.
ーSe enojó, sigue lo suficientemente vivo ー
Comentó el contramaestre con ese tono de voz tan monótono que de inmediato se molestó, por suerte estaba su vicecapitán para calmar las aguas.
ーChicos, recuerden que lleva durmiendo tres días, es normal que esté molesto, ¿Cómo se siente capitán? ¿Recuerda qué pasó? ー
ー¿Cómo que tres días? ー
El contramaestre solo giró la mirada mientras se sentaba en la cama de manera fastidiada.
ーHace tres días arrojaste al agua, tragaste tanta agua que creímos que morirías, obviamente Denki va a estar aliviado que sigas vivo ー
ー¿Qué? ー
ー¿O te caíste? Eso sí sería torpe de tu parte ー
ーShinsō ー
ー...Lo siento, capitán ー
Bakugō sonrió sin querer al ver a su fiel compañero serio, le causaba gracia ver como una simple pérdida de la sonrisa en alguien como Kirishima lograba hacer callar hasta al más insolente de sus compañeros.
ー¿No falta nadie? ーPreguntó Bakugō observando a unos pocos que estaban en el lugar.
ー¿? No, solo estaba usted en el agua Capitán ー
Kaminari le tomó el rostro para observarlo mejor, al parecer tenía heridas que se hizo al chocar contra el mismo barco al perder la consciencia.
Al parecer todo su recuerdo de que había alguien en el agua era falso, quizás fue solo el ron en sus venas que le jugó una mala pasada o quizás fue un medusa o un alga, lo que fuera casi le costó la vida, y así también la de sus hombres.
ー¿Cuánto hemos avanzado? ー
No hubo respuesta.
ーPregunté cuánto hemos avanzado ー
ーDecidimos anclar, la brújula no funcionaba y había tormenta así que no podíamos ver la noche ー
Bakugō se levantó de un solo gruñido y con otro gruñido se quedó quieto, el dolor invadió su cintura tan fuerte que se levantó la camisa notando como unis rasguños le cruzaban toda la cintura, incluso en su espalda eran más profundos, se sintió así.
ー¡Doctor! ー
Sero corrió desde la punta de la habitación donde había estado descansando para observarlo con más detenimiento, aunque lo había revisado no había notado eso. ¿Con qué se había encontrado su capitán debajo de el agua para dejarlo casi muerto?
