ᴇɪɢʜᴛ

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ーA SAPAR BOLA DE HOLGAZANES ー

Gritó Bakugō al patear a Kaminari ligeramente para despertarlos. Por fin había entendido lo que esa isla había ocultado, debían irse si querían seguir viviendo.

Kirishima fue el primero en levantarse, notó de inmediato que estaba haciendo guardia porque se veía algo atontado y adormilado, casi quiso sonreír pero se retuvo, las cosas eran más serias de lo que quería que fueran.

Sus hombres y mujeres eran personas alegres, muy pocas veces lo tomaban en serio, pero cuando debían hacerlo ni siquiera dudaban sus palabras para comenzar a acatar sus órdenes, porque ahí todos se ponían de pie y recogían sus cosas lo más rápido que podían.

ーDejen el maldito oro que encontraron donde estaba antes de irnos ー

ー¿Qué? ¿Por qué? ーreclamó Ashido, quien ya pensaba hacerse unos pendientes nuevos con unas joyas que encontró.

ーSi quieres convertirte en esqueleto para toda la eternidad no me opongo a que te lo lleves ー

Respondió Bakugō al recoger la espada de Sero y entregársela, demostrándole así que se encontraba mejor.

ーOh, de acuerdo, ¡Ya escucharon al capitán! ¡Todo tesoro se deja en la isla! ¡Ni siquiera una piedra se llevan de este lugar!ー

Ashido empujó a Kaminari con la bolsa de tesoro que tenía a su lado, los demás se dividieron en los que ayudaron a llevar los tesoros que tenían cerca y la otra mitad fue al barco por el tesoro que ya habían cargado.

ー¡Usen bandada! ー

Gritó Sero entendiendo de pronto porque Bakugō se quería ir tan rápido de la isla.

ー¿Debo trabajar en un antídoto? ー

ーSí, los locales lo nombraron como una piedra gris-azulada junto al oro, al comienzo la usaron para decorar pero pronto muchos de ellos comenzaron a morir, muchos sufrieron por meses, algunos años, pero nadie sobrevivió, creyendo que era una especie de peste, cuando alguno se enfermaba se arrojaba al lago que está dentro de la cueva para que el dios del mar lo cuidaraー

ーHm, debió ser plomo, prepararé una cura, debe ser algo quelanteー

ーLo dejo en tus manos ー

ーSi capitán, ¿Deberíamos derrumbar la cueva? Así otras personas no se intoxicarían ー

ーNo es necesario, tallé la roca con la mayoría de los lenguajes que conozco para prevenirlo, ese lugar es sagrado, no se debe molestar a los dioses bastardos ー

ーTiene razón en eso, ahora a descansar, aunque se encuentre mejor lo ideal es que descanse, más si estuvo expuesto más de un día a un  lugar sin ventilación como ese ー

Bakugō rodó los ojos antes de comenzar a caminar a los botes, no iba a discutir con Sero sobre eso, menos cuando ya le estaban siguiendo.

ー¡CAPITAAAAN! ¡UN DEMONIO NOS ATACÓ EN LA CUEVA! ー

Gritó Kaminari quien venía corriendo directo a ellos con la cara sangrante.

Bakugō no dudó un segundo en robar la espada de Sero y correr directo a la cueva. La adrenalina alivió su cuerpo, sus pisadas se sentían livianas, el ardor dejó de estar ahí, casi se sentía como si Calipso estuviera de su lado empujándolo con el rocío del mar para salvar a sus chicos, porque nadie los tocaba mientras él viviera, ni siquiera un monstruo bastardo que se había escondido de su presencia.

Ocean Eyes 『BakuTodo』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora