~Cubos de azucar y aprendizajes, Yuma~

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Por la noche cenamos todos en una tranquilidad inusual, parecía derrepente que todos se llevaban genial, era raro. Por la mañana siguiente la tranquilidad y la atmósfera familiar seguían ahí, "esto es muy raro, puede que lleve poco tiempo aquí, pero es suficiente para saber que algo pasa..."

Todo transcurrió muy rapido, el desayuno, las primera clases y nadie me había atacado, estaba feliz. En el recreo decidí subir a la azotea a comer mi bento. Abrí la puerta que daba a la azotea y me quede por unos minutos sintiendo el viento en la cara, un viento suave como la brisa del mar, que se llevaba mis pensamientos y sentimientos enredados.

Cerré la puerta con pestillo para que nadie entrara, cuando me di cuenta de que había ya alguien ahí y se le oí comer ruidosamente. Aquel sonido venia de detrás de las escaleras y atraída por la curiosidad me dirigí hacia allá.

-Hola, quien esta a-? Yuma-san?! *dije sorprendida*

Encontré sentado en un rincón a un Yuma despreocupado, comiendo... cubos de azúcar? Y se los comia de una forma muy ruidosa, también vi que tenia a su lado algo.. Mi katana! Que hace con ella?!

-Que estas haciendo aquí arriba, estúpida?! *me grito*

-A ti que te importa y que haces TU con MI katana? *respondí enfadada*

-Yo hago lo que quiero con tus cosas, estupida! *dijo agarrando mi katana y metiendose a la boca un cubito*

-Devuelvemela! *grite dejando en el suelo mi bento y lanzándome contra él*

-Ven pues a por ella, estúpida! *me respondió*

Dejo su bento de cubos de azúcar a un lado, antes de que yo me le echara encima. Forcejeamos un rato, yo con mi fuerza de dhampira casi le igualaba, en algunos momentos él me lanzaba a un lado, pero yo me reincorporaba rápidamente e intentaba lanzarlo a un lado para recuperar mi katana.

-Como es que una estúpida como tu tiene una katana, eh! *me pregunto haciendo fuerza para volverme a lazar a un lado*

-Mi abuelo me la dio antes de morir *le dije haciendo contrapeso* Y que? Tan rudo y comiendo azúcar como un niño pequeño!

-Eh?! Y que te importa lo que yo coma, no te metas con mi azúcar, estúpida! *dijo lanzándome contra la pared*

-Itte... *me golpee duro la cabeza*

-JA! Una estúpida tan debilucha no debería andar jugando con armas! *dijo sentándose en su sitio y poniendo mi katana en sus piernas*

Una cazadora en Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora