De cuando luchas por recuperarlo

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-Hola, Rip...

-Si vuelves a decirme "Cielo", te arrancaré la lengua a la primer oportunidad.

No tuvo fuerzas para resistirse: lo llevamos a la Bahía Médica y Gideon le puso un sedante, con lo que pudo atender sus heridas. No me sentí con valor para llevarlo a la celda, después de haberlo llevado cargando tan herido, me aterraba la idea de llevarlo sedado, indefenso, a encerrarlo. Me fui a esconder en mi habitación, donde le pedí a Gideon inducirme sueño. Rip estaba en la nave, seguro (o al menos eso me aferré a creer), así que me permití descansar.

Y después de consultarlo entre todos, decidimos que sería peligroso si todo el equipo hablara con él. Conocía nuestras vulnerabilidades individuales y también podría intentar ponernos unos contra otros.

Así que iría solo yo.

-Pues entonces no voy a decirte así. Te traigo comida.

-Claro- sonrió con sorna -. Piensas que podrás ablandarme con comida y alcohol y sentarnos a platicar, como lo hiciste con Mick. Me contó una vez que amenazó con arrancarte la mano. Él tiene una ridícula debilidad por ti, pero yo sí podría hacerlo.

-Sé que puedes. Por eso deshabilité mis datos biométricos para abrir esta puerta- sonreí cínicamente, dispuesta a jugar su juego.

-Nunca se tienen demasiadas precauciones, cuando eres así de débil.

-¡Empezamos bravos!

-Odias que se desperdicie la comida, así que olvídate de darme eso, porque no lo tocaré. No quiero que te hagas falsas esperanzas con ese ridículo vínculo de los mexicanos y la comida.

Gruñí, arrojando la bandeja.

-Eso es lo que quería escuchar. Que estás conteniendo lo furiosa que estás.

-Obviamente lo estoy. Pero no contigo.

Una risa cruel me taladró la cabeza.

-¿Cómo puedes ser tan suave? Estás aquí, esforzándote sin éxito en ocultar tu dolor y buscando desesperadamente una miseria de sensibilidad del hombre que amas, aunque ya no exista. Eres tan suave y débil, que hubieras hecho una parejita tan linda con ese pusilánime de Phil Gasmer. Incluso hubieras llevado los pantalones en tan tierna relación.

Me estremecí. ¿Lo recordaba de alguna manera? ¿O Thawne le había contado cosas?

-Se moría de ganas de cogerte desde que te vió. Y solo le alcanzaron los huevos para pedirte un abrazo y robarte un beso. "Acabo de conocer a estas personas y me tienen secuestrado y confundido. Pero soy tan bueno y ella está tan buena que voy a salir a pelear por ellos y seguro que la impresionaré.". Pobre imbécil.

Apreté los puños.

-Phil... era mejor que tú.

-Seguro- rodó los ojos -. Tan bueno e inocente, debiste escuchar los gritos cuando lo torturaron, al no creerle que ignoraba todo sobre la Pica. Cómo suplicaba que lo dejaran ir. Y cómo lloriqueaba cuando lo dejaban solo: preguntándose porque la linda chica que tan tiernamente le había prometido protegerlo, lo había soltado.

-¡No lo solté por mi gusto!- me empezó a temblar la voz -Thawn... me...

-¡Esto sí es una sorpresa, Lexell!-abrió los ojos fingiendo estar conmocionado -Si algo bueno había en ti era tu capacidad de aceptar lo que haces mal, que es: todo. ¿En qué momento perdiste esa "admirable" y única cualidad? Ahora culpas a Thawne... pero es tu culpa: le endulzaste el oído al ridículo de Phil con tus lindas palabras de jovencita cariñosa, y lo dejaste solo para que Gideon terminara de manipularle su corazón de cachorro.

Leyendas del Mañana... y una LexellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora