Eɴsᴇɴ̃ᴀʀᴍᴇ ᴀ ᴀᴍᴀʀ - (fic de Max y Flor)

capitulo diecisiete

En el camino ambos iban bastante callados.

Máximo cada tanto se movía el moño del traje.

El se preguntaba como irían a pasar la noche. Ella pensaba en todo lo sucedido esos días.

"¿Como es que estoy yendo a cenar con Máximo?" - se le cruzo por la cabeza a Florencia.

Verdaderamente había sido muy extraño todo desde que había llegado ese hombre. Como se conocieron, su extraña conexión que intentaban de negar, sus desacuerdos y peleas constantes, sus diferencias de personalidades... y aún así siempre encontraban la manera de estar juntos.
O tal vez simplemente era el destino que los cruzaba desde que se encontraron ¿por qué razón? Era algo que no iban a poder saber en estos momentos.

Máximo carraspeó la garganta.

-Voy a poner un poco de música, no me gusta tanto silencio - dijo él y prendió la radio.

-No hay problema - ella lo miro de reojo - ¿a donde vamos?

-Me preguntaste desde que entramos al auto y ya te dije que es sorpresa.

-Uhg pero-

-Pero nada, ya casi llegamos. No me hagas tener que ponerte un pañuelo en la boca para silenciarte un rato.

-Ahh pero que caballero resultaste ser. A mi no me calla nadie y menos usted señor manda más.

-Bueno, bueno, no empecemos a pelear.

-Vos empezaste con lo del pañuelo.

-Vos empezaste a insistir.

-Bueno si seguimos así me bajo del auto.

-Florencia... - Max la miró unos instantes antes de volver la vista al camino. - vamos a pasarla bien.

Flor miró las flores amarillas que le había dado en la puerta de su casa, las olió y sonrió.

-Si, esta bien. Solo porque me regaló flores.

Máximo sonrío.

[*]

Máximo estacionó el coche donde le indicaban los trabajadores del lugar. Se bajó del auto yendo a abrir la puerta de Flor cuando ella ya lo estaba haciendo.

-No, por favor. Permitime - le dijo él.

-Pero yo...-

-Yo sé que podes pero soy un caballero y esta es una noche organizada por mi, déjame hacerlo por favor.

Esta lo miro, esbozó una sonrisa y asintió.

Max le extendió la mano para que se la tomara y esta salió del auto.

-Que lindo lugar - dijo ella mirando el hermoso edificio lleno de luces que se encontraba frente a ellos. - Se ve que es muy lujoso.

-¿Vamos? - le dijo este.

-Vamos.

Máximo le indicó que lo agarrara del brazo para entrar pero esta misma se negó.

-Por favor Flor...

-De ninguna manera, ¿qué somos? Siameses.

-Flor es una manera de demostrar que venimos juntos y guiarte.

-Venimos juntos. Yo camino al lado suyo.

-Esta bien. - Máximo abrió la puerta del lugar - después de vos.

Flor entró al lugar y abrió los ojos maravillada de lo que estaba viendo.
Sin dudas era de en sueños. Cada detalle era único, delicado, hermoso.