Eɴsᴇɴ̃ᴀʀᴍᴇ ᴀ ᴀᴍᴀʀ - (fic de Max y Flor)

capitulo cinco

Era temprano por la mañana y la familia ya se había activado. Estaban todos despiertos ocupándose de algo distinto.

Como habían prometido la noche anterior a la llegada de Delfina y Lorenzo a la casa, iban a preparar un gran almuerzo de bienvenida.

Lorenzo y Bata se encontraban con Denny en el patio trasero cocinando la carne en la parrilla para el asado mientras que Florencia y Delfina terminaban de hacer las ensaladas y salsas. Sofía acomodaba la mesa.

Amelie se había ido en busca de cervezas que le habían encomendado comprar.

-¿Cómo van tus estudios hermana?- hablo Delfina, queriendo meterse al corriente de la situación allí.

-Bien, muy bien. Estuve estudiando, dentro de poco tengo un parcial, pero por ahora las notas son bastante buenas-

-Me alegro! Por lo que veo a Denny también le está yendo muy bien en la empresa-

-La maneja de una manera impresionante la verdad, le pone muchas ganas-

-Eso es bueno- siguió picando - ¿así que dentro de poco te mudas?

-Pero mira que rápido que corren las noticias acá- Florencia levanto la vista con una mueca de molestia hacia Sofía y esta solo se encogió de hombros ignorandola- si, pero todavía no se cuando.

-Me alegro por vos! Pero me hubiera gustado que me cuentes antes-

-Al fin una persona que se alegra-

-¿Por que no estaría alegre? Si te mudas es porque lo debes querer mucho-

Ambas se miraron unos segundos, se sonrieron y siguieron en lo suyo.

Hablaron un poco más sobre la vida de cada una. Delfina les conto un poco a sus hermanas que estaba floreciendo su carrera de diseñadora de modas y que estaba muy contenta.

Amelie llego a la casa junto a cuatro packs de latas de cerveza. Se notaba que había viento por lo despeinado que se encontraba su cabello. Metió tres packs en el frezzer y uno lo abrió en el momento repartiendolo entre ellas.

Solo bastó con gritar "llegué" para que los hombres entraran en la casa todos juntos en busca de una y salieran nuevamente.

-¿En qué puedo ayudarlas?

-Ay, no te preocupes, ya esta todo casi listo- le dijo Delfina.

La puerta de la casa se abrió nuevamente, esta vez era Ariel que entraba a la casa sonriente junto a una bolsa de pan y una sidra.

-Buenas- saludo sonriente- ¿cómo andan las chicas? - dejo el pan sobre la encimera y la sidra en la heladera.

Se acercó a Sofía y Amelie para saludarlas con un beso en la mejilla y luego ir con Delfina a darle un abrazo de bienvenida.

Se puso tras Florencia que estaba condimentado las ensaladas y la abrazó dándole un beso en el cachete. Esta dio vuelta la cara y le correspondió con un piquito en los labios.

-Los chicos están afuera- le dijo ella.

-Genial, salgo entonces- tomó una lata de cerveza antes de salir a saludar y a unirse a los demás.

Todos compartían en la mesa entre risas, charlas y anécdotas.
La comida estaba riquísima, verdaderamente no estaba quedando nada de la misma y ya todos se estaban llenando.

Lorenzo de vez en cuando tiraba un que otro chiste, esos eran su fuerte, sin dudas era inevitable no reírte de lo que decía.

Ariel fue en busca de las sidras y Florencia de las copas.