Jimin siempre había sido receloso con su marca, no le gustaba hablar de ella, y aunque sabía que solo la persona destinada para él podría verla, nunca dejaba descubierto su torso, y si por alguna razón, tenía que verse en la obligación de hacerlo, lo cubría con maquillaje o cinta especial, Jimin siempre fue inseguro acerca de su marca, no le parecía algo espectacular, había escuchado acerca de sus compañeros que sus marcas parecían animales, planetas, incluso una vez escucho de una de sus colegas en el café que su marca era tan hermoso como una flor de sakura y ¿Qué tenía él? Unas líneas y unos puntos, similar la constelación de Casiopea, pero ahí estaba, y a pesar de todo, la atesoraba y soñaba con encontrar a esa persona con una idéntica a la suya.
Si bien con TaeMin tenía media año de relación nunca habían pasado de los besos, y es que Jimin no se sentía preparado para tener intimidad, pero también radicaba la idea de no sabría cómo reaccionar al momento de ver su marca en el torso de Lee, no sabría cómo qué haría, sí, por el contrario, no hubiera nada ahí, justo en la costilla izquierda.
Su novio, una vez le dijo que estaba seguro que eran almas gemelas e incluso, por un momento él también lo pensó, su encuentro fue algo peculiar, pero vamos, el destino trabaja de manera asombrosa, así que había concluido que quizá, TaeMin si era su destinado, se estaba convenciendo de eso recientemente.
Pero nuevamente, ahí estaba Jeon JungKook desestabilizando todos sus pensamientos, y quizá sus sentimientos, porque pudo ver perfectamente, gracias a las luces del vehículo, esos pequeños puntos unidos por una delgada línea, en el costado izquierdo, a la misma altura que la suya, podía verla perfectamente a Casiopea dibujada.
La campana de la puerta de la entrada lo hizo salir de su ensoñación, ahora estaba en su trabajo, debía concentrarse y dejar de pensar en Jeon, en sus marcas, en que el jodido destino era un hijo de puta.
Después de aquella revelación accidental, fingió tener un dolor de cabeza tan fuerte que sentía que su cerebro iba a explotar o eso es lo que le dijo a JungKook, así que el mayor lo llevó de vuelta a su casa, no había dormido mucho aquella noche, no asimilaba todo lo que había pasado y es que, ¿Cómo podían pasarle esas cosas a él?
Aquella tarde de jueves pintaba para ser bastante tranquila, lo agradecía pues no se sentía óptimo para atender a tantos comensales, su cuerpo estaba presente ahí, en la cafetería pero su mente, esa se encontraba divagando por el universo, pensando, analizando cada detalle, cada posible solución, si es que existía una.
Definitivamente a Park Jimin las cosas nunca le salían como él quería, puesto que el reloj marcaba las seis de la tarde y Omelas estaba lleno, era la hora pico, cuando estudiantes salían de sus clases, incluso algunos oficinistas asistían al lugar y Jimin solo quería que dieran las nueve de la noche para poder ir a su piso y dormir.
-Cariño ¿Cómo estás? -
― Tae me hablaste hace unas horas, nada ha cambiado- dijo Jimin mientras le sonreía a la pantalla de su celular, viendo a su novio a través de la pantalla ― ¿Cuándo regresarás? - aunque ya no sabía qué rumbo tomaría su relación, extrañaba a su novio, porque él lo hacía sentir querido y especial y de alguna forma, no se sentía solo, aunque ahora su pareja estuviera saliendo constantemente del país, no se sentía nunca solo, JungKook siempre lo acompañaba, ya sea en salidas a escondidas, mensajes de texto, llamadas o sus pensamientos.
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In The Name Of Love 『KookMin』
Fanfiction¿Qué harías en el nombre del amor? ¿Traicionarías a tu mejor amigo? ¿Engañarías a tu novio? ¿Que tanto daño estas dispuesto hacer, en nombre del amor? En un mundo donde las almas gemelas existen, donde hay alguien destinado para ti, dos vidas se cr...