Capítulo FINAl.

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«¡¡Ahh!!» Gritó Jungkook lanzando una telaraña y columpiandose de estas, haciendo que fuera más rápido y con la katana trata de cortarle una ala, pero este la esquiva

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«¡¡Ahh!!» Gritó Jungkook lanzando una telaraña y columpiandose de estas, haciendo que fuera más rápido y con la katana trata de cortarle una ala, pero este la esquiva.

¡Maldición!

Trata de hacer lo mismo pero era inútil, además como si fuera poco... Hay que recordar que el estaba herido, sus piernas temblaban y estaba bañado en sangre.

No podía más pero su orgullo y determinación no le hacían detenerse, no importaba si de sus brazos o piernas se escuchaba un sonido extraño, él seguía dándolo todo.

Mientras tanto, Sting, el hombre con alas robóticas y cabello de púrpura; Jadeaba y su brazo palpitaba del dolor, le dolía un montón pero no tanto como para llevar la sangre de sus hermanos en el.

Estaba furioso ya que creía haber matado a uno de ellos, Deadpool pero acababa de enterarse que era inmortal, puede verse lamentable ahora pero mañana estará como nuevo. Eso le enfureció mucho.

Sus alas robóticas fallaban, iban más lento, por lo tanto se  esconde en un edificio abandonado en el último piso de este siendo perseguido por el enemigo.

La lluvia caía a cántaros sin dar señales de detenerse.

...

Tae jadeaba y reía de los nervios, es un mal habito que tenía.

No tenía su brazo izquierdo ni sus dos piernas, aunque el era inmortal y sabía perfectamente que no iba a morir, se sentía como si estuviera a punto de hacerlo.

¡Ya estaba hartó!

Se deja caer en su cara y con su brazo derecho trata de caminar lentamente.

—Ay, te ves tan lamentable...

Esa voz!

—¡Jimin!—levanta la mirada—¿Qué hacen aquí? Yo puedo solo.

Nam sonríe—. Ay Tae, ven aquí.

Lo levanta y lo abraza tan fuerte que le salpica sangre de su boca.

—Uy, perdón— lo suelta.

—¿A qué vinieron? Yo puedo solo.

—Bien, como quieras, no vamos a interferir.

Comienzan a caminar, dejando a Tae en el piso.

—¡Esperen! ¿Pueden ser mis piernas?

Ambos chicos voltean y sonríen, diciendo lo mismo al mismo tiempo.

—No.

—¡Ya deje de ser un mercenario, mi sistema no da para más!

—Esta bien, esta bien, con eso basta, por ahora.— Nam lo levanta y lo lleva como si de un bebé se tratara.

—¿Adondé se fueron?

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𝑇𝑒𝑙𝑎𝑟𝑎𝑛̃𝑎𝑠 𝑦 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑑𝑎𝑠 [𝑉𝐾𝑂𝑂𝐾]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora