Un Amor para la Historia

Capítulo 8

Capítulo 8

La mirada de Alba San Román se perdió en busca de algo, aunque fuera mínimo y que le asegurara que Esteban cortaría de raíz con esa mujer de la que decía estar enamorado.

Carmela por su parte fingió pensar en alguna idea... Pero la imagen de su único y muy querido sobrino, feliz y enamorado llenaba toda su cabeza.

"No lo sé Albita... Estebancito está muy enamorado de María..."

"Ese debe ser él..." - Al escuchar pasos en el corredor.

"Mijo, ¡llegaste!" - Sorprendiendo a Esteban en el pasillo.

"Buenas noches tía Carmela... Tía Alba..." - Saludándolas a ambas.

"¿Cómo te fue mi cielo...?" - Le sonreía Alba.

"Bien... ¿qué hicieron ustedes hoy...?" - Se interesó el joven.

"Fíjate que fuimos por nuestros vestidos... Para la fiesta del Club el próximo sábado..."

"Tu traje está listo también, solo debes probártelo..." — Informó Alba.

"Necesitaremos un pase extra..." — Dijo Esteban.

"¿Para quién??" — Reaccionó rápidamente la mayor de las tías. — "No pensarás llevar a..."

"Sí lo voy a hacer. María irá conmigo."

"Pero mijo..." — Empezó Carmela.

"Es una cena de gala..." — Agregó Alba. — "No creo que tu... Novia esté a gusto rodeada de gente rica... Además, nuestras amistades son muy selectivos a la hora de este tipo de fiestas..."

"María es lo que acabas de decir, mi novia. Y si ella no es bienvenida, tampoco yo lo seré..." — Zanjó Esteban antes de buscar su recámara.

*****************

María ya se había metido a la cama. Y recostada de lado pensaba en su novio...

En lo guapo que era, lo caballero, lo amable, lo terco también y por supuesto en lo bien que besaba...

Cerró los ojos y recordó el beso con el que se despidieron hace una hora.

Sus labios pudieron sentir el sabor de la boca de Esteban...

Entonces un maravilloso sueño la arrastró...

>>>>>>>>>>>>

Se despertó abrazada por alguien... Abrió pronto los ojos para comprobar que era Esteban.

"Buenos días mi amor..." — Su voz sonó más ronca.

"Buenos días..." — Dijo ella acurrucándose contra su pecho.

"Me gusta cuando haces eso..." — Rodeándola con sus brazos.

"Me siento segura entre tus brazos..."

"No sabes lo satisfactorio que le resulta a un hombre que su esposa le diga eso..." — La besó Esteban en la nariz. — ¿Cómo está mi hijo ahí adentro...?" — Posando una mano en el vientre de ella.

"Muy bien..." — Sonrió María, bastante feliz. — "Creciendo..."

Esteban le besó el abdomen y luego buscó sus labios.

Se besaron hasta que necesitaron respirar... Él se había tendido sobre el cuerpo de ella... Le lamía el cuello y sus manos le subieron el camisón hasta la cintura...