Capítulo 15

798 65 3
                                    


Capítulo 15

-Habitación Matrimonial-

Él entró a la habitación y vio a María dormida en su lugar de la cama...

Qué bella era... La mujer que lo tenía loco y enamorado... Esa noche llevaba un camisón blanco...

Se inclinó y le besó un hombro... Le apartó el tirante mientras la seguía besando, ahora en el cuello...

Ella abrió lentamente los ojos y se lo encontró pegado a su cuerpo.

"Mi amor..." – Aún adormilada.

"Mmmm..." – Esteban le capturó la boca al tiempo que se quitaba la corbata y María le desabotonaba la camisa.

Pasó sus manos por el pecho masculino, ligeramente cubierta de vello.

Esteban le bajó las tiras del camisón... Y sus labios le besaron un hombro...

Ella se terminó de despertar cuando sintió la boca de su marido recorriendo su cuello... Pronto apareció su lengua lamiéndole la tercia piel, el lóbulo de la oreja y la zona detrás de ella...

Cerró los ojos y ahora percibió un aliento en sus senos... Era Esteban, quien la liberó completamente de la pijama.

Sus manos fueron llenas con sus pechos... Y sus dedos le estrujaron los pezones...

No tardó mucho en llevarse uno a la boca... Como si se tratara del bocadillo más apetecible, lo degustó... Y la presión al succionar le causó un estallido de sensaciones por cada nervio...

Tendido entre los muslos separados de ella...

"¿Te gusta esto...?" – Le preguntaba Esteban sin dejar de lamer.

"Sí... Sabes que sí..." – Respirando agitadamente.

Entonces él pasó al otro pecho... Haciéndola arquearse del placer...

Sin despegarse de ella, se bajó el pantalón junto con el bóxer...

Lo siguiente fue sentirlo en su entrada... Unas milésimas de segundos, porque de pronto lo tenía dentro de ella.

"Esteban..." – Con él moviéndose arrebatadamente en su interior quería gritar.

"Te amo..." – Le dijo Esteban tomándola por las piernas y embistiendo más fuerte.

>>>

Se bañaron juntos y volvieron a meterse a la cama. Era un poco tarde ya.

"Mi amor... ¿Dónde estuviste hoy...?" – Preguntó Esteban.

"En las clases por la mañana y después pasé toda la tarde con Patricia..."

"¿Puedo pedirte algo...?"

"Dime..." – Lo miró a los ojos.

"Antes de salir, deja dicho a dónde irás... Para que no se preocupen por ti..." – Hablando despacio.

"Creí que solo a ti te interesaban mis actividades..."

"Sí mi vida, pero por cualquier emergencia..." – Su voz iba apagándose debido al sueño.

"No sabía que tenía que avisarles lo que hago..."

Al volver a mirarlo, ya Esteban dormía...

>>>

En la mañana siguiente Esteban bajó solo a desayunar.

"¿Y la Mari...? – Preguntó Carmela por saludo.

Un Amor para la HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora