Tras una semana en el campamento conseguí evitar cualquier suceso que me expusiera como una loba de fuego. Por un lado, al principio pensé que la doctora se había olvidado de mi, lo cierto era que normalmente los hombres y mujeres lobos se curaban a una velocidad bastante rápida, por lo que no me echó cuenta pensando que había recuperado mi habilidad para sanarme a tal ritmo y que a día de hoy no habría señal del incidente. Por suerte a penas era ya visible, y no porque estuviera tapado por mi cabello, sino porque había sanado bastante bien. Así que sólo si me hacía una coleta lo suficientemente alta podría detectarse. Para evitar preguntas acudía a las clases con trenzas o coletas bajas. Emily y Owen cada vez eran más cercanos. Durante los descansos de cada clase Emily me hablaba entusiasmada de la relación de amistad que estaban creando, aunque sospecho que a ella le gusta más de lo que quisiera admitir. En cambio nosotras, nos sentíamos totalmente a gusto la una con la otra, quizás el tema que nunca tocábamos era el de la familia. Pienso que ella cree que es un tema delicado para mi por ser una repudiada. Nada más lejos de la verdad. Aún así, que ella no sacara el tema por respeto, me facilitaba ocultar mi naturaleza.
El día siguiente de haber sufrido el golpe le agradecí a Conan su preocupación por mi y que me llevase a la enfermería. Durante estos días ha intentado acercarse a mi, mostrándose caballeroso, generoso, atento y servicial.
Por otro lado las clases han sido intensivas, todas hasta el momento las hemos realizado en nuestra forma humana. Además, los alfas habían realizado algunos cambios entre sus betas y por eso había visto gente nueva, habían intentado equilibrar un poco el nivel de las clases. Después del día del golpe en la cabeza el alfa Klaus y yo hablamos lo justo y suficiente para llevar las lecciones a cabo. No me había vuelto a presentar alguna de sus teorías, por lo que me di por satisfecha, había logrado pasar desapercibida en mi primera semana. Bueno más o menos.
Y por último y más frustrante seguía sin saber nada de mi agresión ¿Quién había sido y por qué? Los primeros días tuve bastante presente esas incógnitas, aunque luego pensé que podía haber sido alguna clase de broma a una novata de mal gusto. En cualquier caso no estaba resuelto, y a nadie parecía importarle más que a Emily, Conan y Owen, que me habían preguntado en alguna otra ocasión si había averiguado al culpable. Pero nada.
Como los anteriores días me dirigí a la clase de entrenamiento después de comer. Me crucé con Conan.
—¡Justo en la persona que estaba pensando! —dijo Conan al detenerse frente a mi.
Me detuve.
—Sorpréndeme —dije mientras dejaba salir a relucir una pequeña sonrisa.
—Estaba pensando, en que... —bajo el volumen— podríamos salir después de cenar a dar una vuelta al bosque —expuso un tono bajito, solo para que yo lo escuchara.
—Conan, no debemos salir del centro —dije calmada ante su propuesta.
—Venga Hope, aquí todos somos mayores de edad ya, y a veces nos tratan como a niños —suspiró— ¿no te apetece salir un rato, sentir la hierba bajo tus zarpas? —dijo con la intención de incitarme.
—Te agradezco la invitación, pero no voy a ser yo quien incumpla las normas de este centro —dije mientras lo dejaba atrás.
No quería llegar tarde a la clase.
—Divirtámonos un rato ¿Qué puede pasar? —dijo mientras se colocaba junto a mi y empleaba el mismo ritmo que llevaba— al menos piénsatelo —suplicó.
Asentí con la cabeza y me despedí de él. Ya me encontraba frente a mi sala.
Como había hecho el resto de días, coloqué mis cosas en un lateral de la sala y procedí a calentar.
El olor que desprendía el alfa Klaus delataba su llegada, o por lo menos a mi.
Como al principio de cada clase explicó la actividad que realizaríamos. Esta vez se trataba de emplear todas las técnicas desempeñadas al cabo de la semana en una lucha cuerpo humano a cuerpo humano entre nosotros. Así que emparejó a toda la clase. A todos menos a mi.
—Hope Evans —me llamó— tu vas conmigo.
No me lo podía creer. ¿Otra vez?
—Podéis comenzar con el ejercicio —anunció a todos los participantes de la sala.
Luego se acercó a mi.
—¿No seguirás ideando teorías no? —pregunté cuando se colocó frente a mi.
La pregunta le pillo desprevenido y se hechó a reír.
—Sólo alguien que le da tanta importancia a algo puede esconder un secreto —dijo con una juguetona sonrisa.
—No tengo nada que ocultar —discrepé.
¿Y qué podía decirle en ese momento que no fuese eso?
—En ese caso no tienes nada que temer —continuó con esa sonrisa que había hecho suya.
Se colocó en posición de defensa y con un gesto con su mano derecha me indicó que atacara. Así comenzamos nuestro combate. Con las técnicas que había aprendido se me hizo más fácil llevar su ritmo de lucha, aún así, como él decía, debía aprender mucha más técnica. Intenté no hacer uso de mi total velocidad y fuerza. Lo cierto es que habiéndola usado tampoco habría ganado, pero por lo menos no levantaba más sospechas.
En uno de sus movimientos me dejó en el suelo y colocó sus labios cerca de mi oído.
—Hope Evans voy a descubrir porque eres tan especial —susurró.
Me quedé paralizada, no solo por el terror de lo que podían suponer aquellas palabras, eso fue lo que menos me importó, sino sentir el aliento de Klaus sobre mi cuello, y tener sus labios tan cerca de mi rostro.
Un instante después ya estaba de pie, extendiéndome la mano. Se la cogí y me ayudó a levantarme.
No pude evitar ruborizarme.
—Me gustaría que en esta segunda ronda usaras todo tu potencial ¿si? —dijo mientras se posicionaba esta vez para atacar.
Mis ojos se abrieron un poco más de la cuenta al escuchar sus palabras.
—Ya lo estaba haciendo —dije intentando decir como si nada.
—Se que puedes hacerlo mejor.
Coloqué mi posición de defensa y esperé a que él atacara.
Aquí tenéis el capítulo prometido para compensar el anterior <3
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Compañera de un alfa
FantasyHope, había obtenido otras habilidades además de la de transformase. Nació marcada por el fuego. Eso era algo permanente que llevaría consigo misma hasta el final de sus días. Eran seres poco comunes. La diosa Luna había obsequiado a algunas familia...