Desperté entre los brazos de Federico en la cama del cuarto de invitados de Mónica, el lugar se sentía muy familiar y tan acogedor como cuando duermo en el remolque de mi vaquero. El susodicho estaba aún dormido cuando me levanté, llevaba puesta una camiseta y un pantalón de algodón que me prestó mi hermana para dormir. Caminé de puntas hacia afuera de la habitación, el sonido de la cocina me fue guiando, pero me detuve en la puerta al ver a mi hermana Mónica comiéndole la boca al que supongo es su novio. Un hombre alto de hombros anchos, piel bronceada y cabello negro con rulos apenas armados. No tenía puesta su camiseta, por lo que pude ver un tatuaje grande, pero delicado bajando por su espalda, eran unas runas nórdicas. Algunos de esos símbolos los había visto en el brazo de un exnovio, según me dijo en ese momento son runas de protección y otras simbolizan los nueve mundos del árbol de Yggdrasil.
—No es que me queje de esto, pero tú no me recibes con besos tan apasionados, ¿Estos besos son porque me extrañaste esta noche o me quieres decir algo? —escucho la voz grave y profunda del novio de mi hermana, los continuó observando escondida desde el umbral de la puerta de la cocina.
—Primero que nada, ¿cómo te atreves a decir que mis besos no son apasionados siempre? —habla Mónica dándole un suave golpe en el pecho al moreno que se ríe haciendo vibrar su espalda y rodea a mi hermana por la cintura.
—Sabes a lo que me refiero, calabaza. Anda, dime que pasa, lo veo en tus ojos, no puedes contenerte de la felicidad. Es mejor que me lo digas ahora antes de que explotes —bromea apretando a mi hermana contra su cuerpo cuando ella bufa enfadada queriendo liberarse de los brazos del castaño.
—Si te extrañe esta noche, me dormí leyendo un libro de esos explícitos que tanto me pone colorada cada que los leo cerca de ti y sufrí por no tenerte cerca —comenta Mónica. No pude verla porque tuve que contener la risa al imaginarla anoche entre sus sábanas leyendo un libro erótico pensando en su novio mientras leía esas eróticas escenas. —El caso es que vino Andrómeda anoche, es decir, no es una buena noticia, pero al mismo tiempo lo es. Ella confía en mí Pol, mi hermanita confió en mí para ayudarla y siento que nuestra relación está mejorando —habla ella emocionada conteniendo un gritito que es ahogado por un beso de su novio, Mónica estaba feliz. Algo muy dentro mío, sintió alivio de ver que en verdad le agradaba tenerme allí en su casa, bajo su techo y sin importarle que yo aún no estaba segura de querer apostar por nuestra relación de hermanas. Pensativa, retrocedí unos cuantos metros antes de comenzar a andar de nuevo haciendo un poco de ruido con los pies, quería advertirles de mi llegada para que no sepan que estuve escuchando su conversación.
—Buenos días —saludó entrando en la cocina, ahora si pude ver de frente al novio de Mónica. Ojos cafés, un mentón cuadrado con una barba de dos días, una sonrisa enorme y hoyuelos se le marcaban. —Hola, soy Andrómeda Lovelace, hermana menor de Mónica —me presenté, sabía que él me conocía, pero se supone que yo no los estaba escuchando, por lo que decidí actuar con normalidad.
—Es un gusto conocerte al fin, soy Pol Austen, el novio de tu alocada hermana mayor —se presenta el castaño esquivando el golpe de mi hermana que quedó suspendido en el aire, verlos tan bien juntos me hizo sentirme menos incómoda.
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PERVERSA CRIATURA
FantasyMe mintieron... y lo pagarán. Me sacrificaron... y se arrepentirán. Ellos me quitaron lo que me hacía humana... Ellos me volvieron... una perversa criatura. Sinopsis completa adentro del libro. ADVERTENCIA Contiene escenas de sexo, violencia, abuso...